A los 73 años falleció hoy por de causas naturales María Cristina Picón en su casa de Yerba Buena.
El 1 de diciembre de 1974 había sido víctima, junto a su esposo, el capitán Humberto Viola, y a sus hijas María Cristina (3 años) y María Fernanda (5) de la emboscada perpetrada por guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), tras la cual fueron asesinados el militar y la menor de las nenas, y resultó herida Fernanda.
El ataque había ocurrido al mediodía, al frente de la casa paterna de Viola, en Ayacucho al 200 de San Miguel de Tucumán. El crimen estremeció a toda la sociedad argentina, al punto que para muchos funcionó como el disparador del “Operativo Independencia”, decretado un par de meses después por el Gobierno constitucional de la peronista María Estela Martínez.
Aquel episodio signó toda la posterior vida de “Maby”, que estaba embarazada de cinco meses de su tercera hija, Luciana, cuando recibieron la ráfaga de disparos.
No obstante, según contó José Posse, historiador y amigo personal de “Maby”, el dolor nunca se tranformó en odio hacia los asesinos. “Por el contrario; por sobre todas las cosas ella perdonó a quienes le quitaron tempranamente la vida de su hija y de su marido, y a quienes hirieron gravemente a su otra hija. Ella perdonó. Pero nunca dejó de pedir Justicia. Hasta el último día peleó para que se haga una Justicia completa, porque consideraba que solo se había hecho Justicia para un lado”, dijo Posse, según publica La Gaceta.
Precisamente, Posse consideró que “Maby” debe ser recordada como una mujer que perdonó, pero que nunca claudicó en la búsqueda de una Justicia reparadora. El historiador, de hecho, citó la definición de Jusicia de Ulpiano: “es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo”.
“Ella consideraba que así como se había castigado a la Junta Militar y a todos los soldados que actuaron de mala manera, del mismo modo se debía juzgar, en especial, a los líderes del ERP y de Montoneros, que andan libres, sin castigo, y que muchos de ellos, incluso, recibieron indemnizaciones. La familia Viola nunca fue indemnizada por sus pérdidas”, dijo el historiador, amigo de Picón de Viola.
María Fernanda y María Cristina Viola.