El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que transporta fluido desde Vaca Muerta a Buenos Aires, se inauguró el 9 de julio del año pasado durante el mandato de Alberto Fernández. Sin embargo, desde entonces funciona a la mitad de su capacidad por el retraso en la construcción de tres plantas compresoras que debían estar listas para este invierno, época del año en la que se dispara el consumo de gas natural.
El Gobierno de Javier Milei, según documentos oficiales a los que accedió Infobae, prevé que sólo una de las plantas se finalizará para julio mientras que las otras dos llegarán recién a finales de agosto y septiembre, respectivamente. La consecuencia de estas demoras para la Argentina fue la necesidad de importar combustibles más caros, por unos USD 500 millones que no estaban previstos, y las tensiones en el suministro que se vivieron la semana pasada.
Los atrasos en estos proyectos, claves para que no falte gas en invierno, fueron problemas administrativos de la gestión anterior y las restricciones de acceso a divisas para importar que caracterizaron el 2023, bajo el sistema SIRA. El freno indiscriminado a la obra pública que hubo con la llegada de Milei también fue parte de ese proceso y las fallas en las previsiones de importación de energía precipitaron tensiones en el suministro.
Acto de inauguración del gasoducto Néstor Kirchner en Salliqueló, 9 de julio de 2023.
Todas las obras en cuestión fueron financiadas por el Estado a través de la empresa estatal Energía Argentina, por unos $440 millones a valores del año pasado, para unir Tratayen (Neuquén) con Salliqueló (Buenos Aires). El GPNK fue construido en sus dos primeros tramos por la UTE Techint-Sacde y en su tercer tramo por la constructora BTU. La capacidad de transporte es de unos 11 millones de metros cúbicos de gas por día.
Esa fluidez del ducto no fue ampliada como estaba previsto con las plantas compresoras para comprimir el gas y que haya mayor capacidad. Para llegar a los 22 millones de metros cúbicos diarios debían estar listas las plantas de Tratayen, Salliqueló y Mercedes.
Los documentos oficiales de Energía Argentina S.A (ex Enarsa) al que accedió Infobae realizan un repaso sobre el nivel de ejecución en que dejó las plantas el Gobierno anterior, los problemas sin resolver hasta diciembre de 2023 y el avance que tuvieron desde entonces.
La planta compresora de Tratayen fue adjudicada a la empresa Sacde como contratista, por unos USD 121,5 millones, por la cual se sumarían 5 millones de metros cúbicos más de capacidad de transporte al GPNK. “A mediados de diciembre de 2023 el avance general del proyecto estaba en el orden del 60%, con solo un 38% de avance de construcción, siendo que el plazo contractual para el Apto para Funcionar (APF) era julio del 2023 y con entrada en servicio en agosto del 2023″, consignó Enarsa.
Documento oficial de Energía Argentina S.A.
El documento destacó que entre los reclamos de la contratista se encontraba la demora en la entrega del terreno (82 días), la revisión de la obra de ingeniería (96 días), problemas de acceso a divisas para importar (140 días) y falta de pagos.
Según el reporte oficial, desde diciembre la ejecución de la construcción pasó al 80,5% al 24 de mayo pasado. Por tanto, esperan la puesta en servicio para el 9 de julio de este año, el aniversario de la construcción del gasoducto y el Día de la Independencia.
En la otra punta del caño se conectará la planta compresora de Salliqueló, a cargo de la UTE Eusuco-Contreras Hermanos, con un costo de USD 102 millones. Se destacan demoras administrativas, falta de pago y las restricciones de acceso a dólares para pagar importaciones.
“Debió haber entrado en servicio en octubre de 2023 permitiendo comprimir 5 millones de metros cúbicos adicionales. Debió haber entrado en servicio en octubre de 2023 permitiendo comprimir 5 millones de metros cúbicos adicionales. A mediados de diciembre de 2023 el avance general del proyecto estaba en el orden del 30%, con tan sólo un 19% de avance de construcción.”, detalló Enarsa.
El GPNK tiene una obra complementaria que es el gasoducto Mercedes-Cardales (Buenos Aires) que comenzó a funcionar el año pasado. La planta compresora de Mercedes, cuyo proyecto a cargo de Eusuco inició antes de Tratayen y Salliqueló, debía estar finalizada en junio de 2023 para permitir el transporte de gas desde el sur del país al norte para reemplazar los combustibles líquidos para la generación termoeléctrica en Santa Fe y el norte de Buenos Aires.
“El avance general del proyecto a mediados de diciembre 2023 superaba apenas el 60%”, destacó Enarsa que ahora proyecta su puesta en servicio para el 30 de septiembre próximo.
Documento oficial de Energía Argentina S.A.
Los encargados del área energética del Gobierno anterior, principalmente ex funcionarios de Sergio Massa, resaltaron que la responsabilidad en las demoras es de la gestión Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, por haber “pisado” la caja.
De todos modos, estas no serán las únicas obras que no llegarán al invierno como estaba previsto. Otro punto clave que falta es la reversión del Gasoducto Norte que conecta al país con Bolivia. El proceso de licitación quedó a cargo de la gestión de Milei y hubo un freno en el proceso y la adjudicación total de la obra se dio a mediados de marzo.
En concreto, la reversión del Gasoducto Norte permitirá revertir el flujo gasífero que viene desde Bolivia para llevar el gas de Vaca Muerta a las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, así como la conexión de hogares a la red de gas natural, la generación de electricidad y el desarrollo de actividades como la industrial o la minería de litio, por ejemplo. Ahora el país dependerá de las importaciones de Bolivia y Brasil para abastecer el norte.