En paralelo a que la Cámara Federal de Casación Penal haya ratificado hoy la condena de Cristina Kirchner por delitos de corrupción, Pro y otros bloques del Congreso motorizan la sanción del proyecto de “ficha limpia”, que prohibe que personas con condenas confirmadas en segunda instancia puedan postularse a un cargo electivo nacional. De convertirse en ley, esta iniciativa obturará las presumibles intenciones de la exvicepresidenta de encabezar el próximo año la lista bonaerense de diputados nacionales del Partido Justicialista (PJ).
No será una tarea fácil para el macrismo. Todavía no reunen los 129 votos positivos para asegurarse una victoria en el recinto y alunos de sus referentes no descartan consensuar modificaciones con otros sectores para evitar un revés.
“La idea nunca es modificar el dictamen de mayoría, pero los números mandan en el Congreso: si tenemos que hacer alguna modificación para conseguir la ley la haremos”, confirmó un legislador del bloque que conduce Cristan Ritondo en Diputados. En la misma sintonía se pronunció Silvana Giudici, quien consideró que la confirmación de la sentencia a Cristina Kirchner podría robustecer los apoyos. “Los únicos en contra deberían ser los 99 de Unión por la Patria (UP)”, especuló.
Será imprescindible para los convocantes de la sesión -Pro, La Libertad Avanza (LLA) y la UCR- sumar a los radicales blue de Democracia así como a la mayor cantidad de integrantes de Encuentro Federal (EF), que no exhiben una postura homogénea en este tema. Mientras que Miguel Pichetto está en contra del dictamen de mayoría y pretende que la inhabilitación caiga cuando la condena se ratifique por la Corte; Margarita Stolbizer, de su mismo bloque, apoya la iniciativa.
Fernando Carbajal, de Democracia, presentó un dictamen que apoyan sus 11 colegas de bancada. Considera un error limitar la implementación de la “ficha limpia” a los delitos de corrupción. “Planteamos que no podés caer en un sinsentido, y que exista la posibilidad de que personas condenadas por pedofilia o narcotráfico se puedan presentar ocupar cargos públicos”, sumó uno de los referentes de este espacio. Es posible que, para llegar a la mayoría necesaria, Pro y sus aliados consideren incoporar otros tipos penales.
Sería una sorpresa que los peronistas que funcionaron como aliados circunstanciales del oficialismo los acompañen en esta cruzada. Supondría una guerra abierta contra quien recientemente su jefa política así como una ruptura total con sus colegas de bloque.
El condicionamiento de Pro
La convocatoria a la sesión conoció después de que fracasara la sesión especial para limitar la utilización de los decretos de necesidad y urgencia (DNU) por parte de Javier Milei y para rechazar el decreto que posibilita al Poder Ejecutivo a canjear deuda sin el aval del Congreso. El macrismo ya había anticipado esta jugada el lunes, cuando comunicó que no daría quórum a la ofensiva opositora. Es decir, a la vez que la plana mayor de Pro ratificó su alianza parlamentaria con el Gobierno, lo forzó a acelerar el debate de este proyecto, que cuenta con dictamen de comisión hace más de un mes.
Es que el Gobierno no tenía ningún apuro por debatir la implementación de la Ficha Limpia. Según pudo saber LA NACION, no la considera una iniciativa propia, aunque reconocen que, de avanzar, podría ser un duro revés para el peronismo, que no ha podido construir un liderazgo alternativo a la figura de Cristina Kirchner. Los filosos contrapuntos públicos entre Milei y la exvicepresidenta espiralizaron las especulaciones sobre los beneficios electorales que ambos obtienen de confrontar con su némesis. ¿Querría el oficialismo perder a su oponente ideal en la provincia de Buenos Aires en su primer test electoral? El Pro dudó.
El Código Procesal Penal establece que no se puede aplicar, hasta que no quede firme, la pena de inhabilitación para ejercer cargos públicos impuesta en el juicio y ratificada por la Casación. Eso sí, si prosperara la ley de ficha limpia que Pro y otros sectores impulsan en el Congreso, Cristina Kirchner quedaría excluida de la carrera electoral.
Lo cierto es que incluso si Diputados le diera luz verde a este proyecto, todavía restaría el aval del Senado para convertirse en ley. Según pudo saber LA NACION, el Gobierno no pretende, por ahora, incluirlo en la posible convocatoria a extraordinarias. Es decir, esta iniciativa tiene pocas chances de convertirse en ley este año, y por ende, de frenar una potencial candidatura de la exvicepresidenta. La última palabara la tendrán los libertarios, quienes estarán atravesados por sus propias especulaciones electorales.