El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó que el aplazamiento del anuncio de medidas para incentivar la repatriación de dólares no declarados se debió a complejidades técnicas y legales. De este modo, el funcionario contradijo las declaraciones iniciales del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien lo atribuyó a razones electorales.
En una semana marcada por la controversia, Francos también defendió la política de reducción de aranceles para productos importados, argumentando que las industrias de Tierra del Fuego deben volverse más competitivas.
El jueves pasado, el Gobierno suspendió la presentación de un paquete de medidas destinadas a dinamizar el uso de los dólares “en el colchón”. Adorni, candidato en la Ciudad de Buenos Aires, había argumentado que la suspensión buscaba evitar acusaciones de electoralismo.
Sin embargo, Francos aclaró que la demora obedece a la necesidad de definir un “encuadre jurídico” que incentive la inyección de dólares informales a la economía sin infringir las regulaciones antilavado internacionales. Según Francos, el gobierno está trabajando en “varias alternativas” para asegurar la legalidad y transparencia de la medida.
Ahora deben competir
En relación con la polémica en Tierra del Fuego, Francos minimizó las críticas a la reciente baja de aranceles. Dijo que las industrias de la isla se han beneficiado durante mucho tiempo de ventajas impositivas y que ahora deben competir en un mercado más abierto.
Además, Francos señaló que muchas fábricas en Tierra del Fuego simplemente “arman productos que vienen desarmados del exterior” y los venden a precios elevados en el resto del país gracias a esos beneficios.
El jefe de Gabinete enfatizó que el gobierno no está eliminando el régimen especial de Tierra del Fuego, sino solo reduciendo aranceles para fomentar la competencia y reducir los precios internos. Sin embargo, esta política motivó un paro general en la provincia convocado para el próximo miércoles.
Convencido de que en el sur “se exageran las cosas”, el líder de los ministros enfatizó en que los productos de Tierra del Fuego llegan al resto del país con “un costo muy alto” y en que tendrán que “acomodarse” a la nueva normativa.