Sin medias tintas, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, le pidió ayer al gobernador, Juan Manzur, que se haga cargo de las responsabilidades que asumió a través de los acuerdos fiscales firmados entre la Nación y las provincias. En el marco de su visita a Tucumán, para apuntalar las precandidaturas de los referentes locales de Juntos por el Cambio a diputados, el más político de los ministros del gabinete de Mauricio Macri se mostró ayer confiado en el triunfo electoral del oficialismo nacional; reconoció la relevancia de las PASO para que el electorado comience a definir qué país quiere para los próximos años e insistió con que Macri será recordado como el presidente más federal que tuvo la Argentina. Lo dijo durante la entrevista que concedió a LA GACETA.
– Manzur dice que todavía existen asimetrías, que hay centralismo, que no hay federalismo…
– Por supuesto que siguen existiendo asimetrías, porque la Argentina era un país unitario cuando nosotros asumimos. El gobierno central concentraba recursos y poder para después disciplinar políticamente a las provincias que no comulgaban con el pensamiento del kirchnerismo. Eso lo corregimos. Estos son datos objetivos, no es un tema de opinión. Nunca en la historia las provincias tuvieron tanta participación sobre la torta de recursos federales como en este momento. Ahora hay recursos automáticos que les dan autonomía a las provincias. Y está bien que así sea, que eso sea de esta manera está perfecto, porque el Presidente tiene una concepción federal. Cuando nosotros asumimos había provincias y municipios que durante los 12 años del gobierno kirchnerista no habían recibido una sola obra porque no comulgaban o no estaban dispuestos a someterse a lo que el poder central quería. Bueno, nosotros tenemos obras en todo el país. En cada pueblo de la Argentina hay una obra financiada por el Gobierno nacional, porque nosotros no hacemos obras para los dirigentes: hacemos obras para la gente, hacemos obras donde más hacen falta. Por eso las obras de hábitat que hicimos acá, las obras contra las inundaciones, las obras de cloacas y agua potable, las obras vinculadas con el ferrocarril, con las rutas, con las autopistas. Las obras ahora se hacen donde hay que hacerlas; en el pasado se hacían donde gobernaban los amigos. Y esto está muy vinculado con el espíritu federal de este Gobierno.
– En este reclamo de Manzur entra también el tema del transporte, de los subsidios. ¿Cree que el reclamo de algunos gobernadores es justo, que las compensaciones por los subsidios del transporte trascienden el Consenso Fiscal que firmaron?
– Las compensaciones se plantearon en los acuerdos entre la Nación y las provincias que se firmaron y se plantearon también en el Presupuesto nacional, donde se definieron fondos para subsidiar el transporte urbano de pasajeros, que es una responsabilidad, como su nombre lo indica, de los gobiernos locales.
– ¿Entonces cree que no cabe el reclamo que hacen algunos gobernadores, como es el caso de Manzur?
-Yo digo: ¿por qué no ponemos blanco sobre negro, y sobre la mesa de qué es responsable cada nivel de Gobierno? ¿De qué es responsable la Provincia? ¿De brindar qué servicios? La salud, la educación, la seguridad local, la Justicia local, las obras públicas locales y el transporte local son claramente responsabilidades de las provincias. Sobre todo, mucho más cuando, como ahora, las provincias tienen una participación sobre el total de recursos federales como nunca antes la habían tenido. Entonces yo creo que a la gente hay que decirle la verdad. De alguna manera a la gente hay que clarificarle quién es responsable de cada cosa en términos de la prestación de bienes públicos para que pueda reclamar donde corresponde cuando esos bienes públicos no se prestan con la calidad y en la cantidad necesarias.
– En esta concepción de un país federal, ¿a qué puede aspirar un argentino en la nueva etapa que se abre más allá de las elecciones?
-Bueno, claramente nosotros tuvimos distintas etapas en estos tres años y medio de gobierno. La primera, donde desactivamos todas las bombas que nos habían dejado, donde tuvimos que resolver las cosas que no nos permitían encarar los problemas que teníamos que solucionar, como el default, como los cepos que habían implementado en la economía, como los siete tipos de cambio distintos que nos dejaron, como el aislamiento internacional en el cual vivió la Argentina durante tantos años. Posteriormente la Argentina pudo volver a crecer durante siete trimestres consecutivos. La Argentina creció hasta abril del año pasado, cuando nos enfrentamos con una crisis de financiamiento muy dura, que agarró a la Argentina mal parada, porque tuvo presupuestos deficitarios durante muchas décadas y era más vulnerable que los países vecinos. Y ahora, en esta última etapa, estamos resolviendo las consecuencias de esa crisis: hemos estabilizado las variables macroeconómicas. La inflación empieza a caer de manera lenta pero persistente y, creemos, para siempre, porque ahora atacamos este fenómeno inflacionario, que nos ha acompañado, lamentablemente, durante los últimos 70 años; de otra manera, con otras recetas, atacándolo precisamente en su raíz, que tiene que ver con el déficit de las cuentas públicas. Y lo que se viene a partir de ahora, en relación a su pregunta, es la etapa del crecimiento. Hemos resuelto de raíz los problemas estructurales de la economía argentina y ahora lo que se viene para la Argentina es una etapa de desarrollo, realmente una etapa de desarrollo.
-¿Se va a cerrar la grieta que perciben los argentinos en la política?
-La grieta no está cerrada y por eso el Presidente tomó la decisión de convocar a Miguel Ángel Pichetto como compañero de fórmula. Lo hizo porque realmente tenemos que hacer muchos esfuerzos para construir un Gobierno de verdadera unidad nacional, de dejar los enfrentamientos, los odios, en el pasado. Eso es algo que requiere esfuerzo y decisión política, y creo que ese gesto de mucho coraje que tuvo el Presidente, el de convocar al líder de la bancada opositora para que lo acompañe en la fórmula presidencial, es una señal muy potente en términos de lo que se viene en la Argentina, que será un Gobierno de unidad nacional a partir del cual vamos a poder dejar atrás los odios y los enfrentamientos entre los argentinos.
– ¿Basta con incorporar al senador Pichetto para eso?
– No, no. Ese es el gesto que demuestra con muchísima claridad hacia dónde tenemos que ir en la Argentina. No a los enfrentamientos, no a los odios que no conducen a nada, sino a una unidad nacional que nos permita realmente enfrentar de la mejor manera todos los desafíos que todavía quedan pendientes.
