“Tomé muchas decisiones tontas en mi vida, pero esta fue la más peligrosa y grave”, contó Abderrahmane Fane, un hombre de 60 años que logró vencer al coronavirus. Como ya había tenido síntomas al principio de la pandemia, pensó que su cuerpo le generaría anticuerpos suficientes, pero al volver a infectarse casi muere.
“Mi esposa ya se había vacunado, pero yo no. Era reacio”, reconoció. “Estaba haciendo tiempo porque ya había convivido con el virus, bacterias y mi sistema inmunológico era lo suficientemente bueno”. “Este el mayor error, casi me cuesta la vida“.
“Tuve síntomas de Covid-19 al comienzo de la pandemia, y pensé que tal vez ya la había pasado, que mi sistema inmunológico reconocería el virus y tendría defensas”, dijo Fane. Sin embargo, al contagiarse tuvo que ir al hospital “jadeando”, “con la temperatura disparada”.
“Nunca olvidaré cuando los médicos me estaban bajando las escaleras y mis hijos lloraban y me miraban“, relató. Para él, esa escena de cuando lo llevaron al tratamiento de oxígeno fue “una de las escenas más tristes” que vivió.
Tras esa experiencia límite, Fane sintió la necesidad de “poder hablar con cada una de las personas que se niega a ponérsela”: “Miren, esto es una cuestión de vida o muerte. ¿Quieren vivir o morir?”. “Para vivir, entonces, ponete la vacuna”, recomienda.
“El Covid-19 no es algo con lo que jugar. No es una broma”, insistió. “La vacuna es un salvavidas para la humanidad. Es vital para sobrevivir“.
