En el espacio opositor de Juntos por el Cambio los nervios comienzan a jugarle una mala pasada a sus candidatos dentro de una coalición que, como expresó Ricardo Bussi a Tucumán Despierta, “no pega ni con mocos”. En ese marco, el gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales, vino a nuestra provincia en el día de ayer con el fin de apoyar a Germán Alfaro y manifestó que quiere más peronistas en este espacio político.
Justamente, el mandatario de la provincia vecina dice apoyar a Alfaro, cuando se trata de un intendente que lo que menos tiene acaso es la responsabilidad. Y es que se trata de un dirigente político que jamás se hizo cargo de que él forma parte de la casta política peronista que viene gobernando la provincia desde hace un cuarto de siglo. Pero el marido de Beatriz Ávila sólo atina a criticar a quienes hasta hace poco a los que ahora ve como ajenos y lejanos.
En ese sentido, cabe recordar que desde este medio se viene haciendo hincapié en la actitud camaleónica de Germán Alfaro a la hora de sostenerse en el poder cueste lo que cueste. Y es que el nefasto y oportunista cálculo de Germán Alfaro y Beatriz Ávila, pasa por el hecho de que creen que, por estar nuevamente en Juntos por el Cambio, harán olvidar que están vinculados al poder desde 1995 por medio del peronismo.
En ese año fue concejal electo por el PJ, por lo que trata de hacerles creer a la sociedad que él y su esposa son la renovación cuando formaron parte toda su trayectoria del Partido Justicialista que ahora desconocen. En ese marco, cabe preguntarse entonces si Gerardo Morales creerá que “sus deseos” de que haya más peronistas como Germán Alfaro dentro de JxC es acaso el deseo del electorado de la UCR.
¿Realmente pensará Gerardo Morales que su deseo hará que un electorado asqueado vote al peronista/kirchnerista de Germán Alfaro? Definitivamente, Germán Alfaro y su mujer Beatriz Ávila, conforman una pareja cínica en el mundo de la política que no dudaron ni un segundo en intentar instalar en la ciudadanía que ambos conforman una verdadera opción de cambio, cuando en realidad no son más que lo mismo, pero ahora pintados de amarillo.
Es por ello que resulta inverosímil que el deseo del gobernador de Jujuy se concrete. Sobre todo, considerando que hace apenas dos meses, es decir, antes de las PASO, Gerardo Morales visitó Tucumán pero para apoyar a Silvia Elías de Pérez y a José Cano, y hasta se dio el lujo de meterse de lleno en la interna de JxC señalando a Beatriz Ávila como cómplice de Alberto Fernández en el Congreso Nacional. Pero, parece que ahora Morales tiene amnesia “oportunista” y parcial.
La misma que Germán Alfaro y Beatriz Ávila para cambiar de color según la ocasión como si de un camaleón político se tratara y, al igual que un zorro, está claro que todos estos personajes emulan a este animal que, tanto como ellos, sólo atina a cambiar el pelo, pero jamás las mañas. Lo importante, es que son los ciudadanos los que están al tanto de estas jugarretas y el domingo tendrá la oportunidad de demostrarlo en las urnas.
