Luego de que se conociera la noticia acerca de que la Municipalidad de San Miguel de Tucumán abre la licitación para recuperar y modernizar el Mercado del Norte, las repercusiones apenas comienzan. En ese marco, lo primero que sobresalió fue el hecho de que, con respecto a los puesteros que estuvieron en el mercado, Germán Alfaro admitió que no podrán volver a trabajar allí.
Al menos, no lo harán si no cuentan con los medios económicos necesarios. En ese sentido, dijo que acaso podrán volver “pero en las condiciones de poder comprar un puesto o alquilar que establezca la concesión”. Esto se trata de una verdadera trampa teniendo en cuenta el hecho de que la mayoría de quienes se desempeñaban en esa locación debieron invertir lo poco que les quedó en el local que se encuentra en la plazoleta Dorrego.
En cuanto a quienes sean oferentes, se espera que presenten condiciones económicas y solvencia, y el proyecto. “Nosotros vamos a ver qué es lo que más conviene”, dijo Alfaro, que añadió que, pese a que es un momento de fuerte crisis económica, tiene expectativas de que la convocatoria tenga efecto rápido, porque “hubo muchas consultas de empresarios locales y nacionales”.
El intendente explicó que, al no tener respuesta para financiar el proyecto elaborado por el municipio, se decidió hacer convocatoria para la concesión. “Quiero tener un mercado moderno”, dijo el intendente de San Miguel de Tucumán para anunciar el llamado a licitación pública nacional para la recuperación, revalorización, administración, mantenimiento y explotación del Mercado del Norte.
Claramente, como adelantamos en su momento desde Tucumán Despierta, la intención de la clausura siempre fue la de buscar quienes se hagan cargo de la remodelación a cambio de dejar de lado a sus trabajadores de siempre para privilegiar negocios que no están claros al día de hoy. Lo cierto es que los puesteros tradicionales del Mercado del Norte jamás volverán al lugar que los vio desempeñarse por décadas.
Según el decreto, los pliegos de bases y condiciones contemplan el respeto al patrimonio, con “énfasis en la calidad de la factura técnica y constructiva” y también “las características simbólicas derivadas principalmente del contexto cultural y social”. “Esto es para que se revalorice la ciudad, que cambie el eje, que está sobre el este –Plaza Independencia, calle 25 de Mayo- y vire hacia el oeste”, describió Alfaro.
El llamado está destinado a interesados para presentar proyectos de recuperación en el estado en que se encuentra el mercado, “para su puesta en valor, recuperación y explotación de la actividad comercial que allí se desarrollaba sin que el municipio invierta dinero”, explicó. Lo que no dijo es cuánto dinero ganará la Municipalidad, justo en lo que será la previa al año de las elecciones del 2023.
“Viendo la imposibilidad de recuperar el edificio con fondos propios, y al no tener resolución favorable del proyecto presentado en la Nación, he decidido buscar un financiamiento privado, haciendo un llamado a licitación pública nacional”, dijo. Si para muestra basta un botón, el propio Alfaro desnudó su intención de hacer negocios con un establecimiento en el que se desempeñaba gente trabajadora a la que echó en su afán de “hacer caja”.
