Finalmente, el de hoy constituirá el día 60 sin transporte público de pasajeros, es decir, cuando no se terminó octubre, son dos meses completos en los que Tucumán careció del servicio de colectivos en la totalidad del territorio. Sin embargo, no parece preocupar en su real dimensión ni a los propios usuarios, cuando se trata de la única provincia de los 24 distritos de Argentina en la que sucede esto: la falta del transporte más usado por sus habitantes.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]Mientras tanto, la municipalidad de San Miguel de Tucumán sigue mirando para otro lado y rehusando hacerse cargo de su parte de responsabilidad en la crisis del transporte. Y es que la solución no pasa exclusivamente por la posibilidad de brindar un subsidio más o un subsidio menos, pasa por cumplir con lo que dijo el propio Germán Alfaro hace no tanto tiempo: quitarles las licencias a los empresarios que no pueden hacerse cargo del servicio.[/su_note]
De más está decir que el jefe de Estado capitalino cuenta con toda la legitimidad para sacarles las concesiones y, sin embargo, no lo hace. De esta manera, se convierte en cómplice y responsable de la situación que aqueja a miles de ciudadanos. Y es que lo que se niega a ver Alfaro es que se trata de un servicio esencial, tal y como lo describimos ayer desde este medio, por lo que resulta inadmisible su posición, ya que no puede no estar en pleno funcionamiento.
El artículo 22° de la ordenanza 5011/19 señala de forma precisa que “la prestación del servicio de transporte urbano colectivo de pasajeros no podrá interrumpirse. Su continuidad y regularidad revisten carácter obligatorio para las concesionarias y debe ser garantizadas por éstas´. Es deber del intendente cumplir con esta norma y con la Ley Orgánica de municipalidades que expresamente regula los deberes y atribuciones del Departamento Ejecutivo, ordenándole expedir órdenes y adoptar medidas preventivas para evitar el incumplimiento de la ordenanza”.
Sin embargo, ¿Cuál es la solución que plantea la intendencia? El recurrir a combis o transportes escolares para que, de algún modo, suplanten a los ómnibus y trasladen pasajeros. De más está decir que este tipo de vehículos de ningún modo están preparados para el transporte público de pasajeros, al tiempo que no cuentan con ningún tipo de habilitación, lo que no haría más que incurrir en un delito. El colmo es que la municipalidad lo avalaría.
En lugar de ello, Germán Alfaro debería proceder a quitar las concesiones y llamar a licitación para que entren nuevos empresarios, porque para los actuales supuestamente ya no es un negocio redituable. Se trata de empresarios que hasta aquí han sido defendidos por el mismo gremio de UTA para que continúe el círculo vicioso del apriete y el paro. Párrafo aparte merece el silencio que guardan los integrantes de la Cámara legislativa de Tucumán.
En ese sentido, el titular de la Comisión de Servicios Públicos, Tulio Caponio, no hizo ninguna exposición hasta ahora. Lo mismo ocurre con el resto de los legisladores del Partido de la Justicia Social, al que pertenece el intendente capitalino, Germán Alfaro. Mientras todos juegan a patear la pelota afuera, la inmensa mayoría de la sociedad continúan siendo rehén de empresarios ineficientes, gremialistas intransigentes y dirigentes político irresponsables.