Si el tremendo temporal que cayó sobre Tucumán el sábado fue noticia, mucho más lo fue al día siguiente cuando trascendieron las consecuencias sufridas por la sociedad. En ese sentido, el escenario de lo que fue la post tormenta configuró un panorama absolutamente desolador en cuanto el agua bajó y quedaron al descubierto las miserias en una ciudad capital cuyos ciudadanos son los que pagan caro el precio de la ineficiencia de su intendente.
En la noche del sábado se produjeron anegamientos, caída de árboles y voladuras de techos. Enumerar las consecuencias del temporal es fácil, lo difícil es tener que asimilar, de parte de las personas que fueron afectadas por la tormenta, las consecuencias que en realidad no son provocadas por la naturaleza, sino por la desidia del ser humano, más concretamente, de Germán Alfaro.
En ese marco, lo ocurrido en la noche del sábado fue tan dramático que no sólo se registraron inundaciones en calles de San Miguel de Tucumán, sino que hasta se formaron allí fuertes corrientes de agua. Tal fue así, que el agua se encargó de arrastrar autos y motos como si se tratarán de juguetes para niños. Como si todo esto no fuera suficiente, también se vivieron otros momentos dramáticos en la provincia.
Ahora bien, esto se debe al hecho de que el intendente gasta millones en el microcentro y abandona al resto de San Miguel de Tucumán. No es casualidad que haya sido en las orillas de la capital donde los daños fueron más evidentes y la zona que sufrió las consecuencias de las inundaciones. Y todo tiene por denominador común el hecho de que existe falta de inversión de parte del oficialismo municipal.
Y es que pareciera que para Germán Alfaro sólo existiese el microcentro y nada más. Mientras que el resto de los vecinos tendrían que conformarse con las migajas de sobra que les dispensa el intendente. No es la naturaleza ni el cambio climático los culpables de las dantescas imágenes que se viralizaron el sábado a la noche en medio del temporal. Es responsabilidad de Germán Alfaro que no se invierta lo que corresponde.
Esta falta de inversión es lo que ocasiona que en cada tormenta se produzcan pérdidas irrecuperables para los vecinos. En ese marco, a Germán Alfaro no le han faltado recursos nacionales ya que siempre contó con dineros frescos de parte del kirchnerismo cuando tanto él como su mujer, Beatriz Ávila, formaban parte del alperovichismo. Ni qué hablar de cuando fue oficialista durante los 4 años de Mauricio Macri en el gobierno nacional.
Como así también es responsabilidad del intendente el no haber gestionado ante la SAT en lo que hace a los desagües. Cabe recordar al intendente capitalino haciendo campaña para su esposa, la diputada nacional Beatriz Ávila. Y es que en todas las esquinas aparecían utilizando el tema de las cloacas, haciendo publicidad pidiéndole al entonces gobernador de la provincia, Juan Manzur, que se haga cargo.
Pero también Alfaro se tiene que “hacer cargo”, debido a que la inacción de él hace que la SAT no haga nada tampoco. Y es justamente esa misma inacción la que hace que después las inundaciones sean moneda corriente con cada tormenta que cae sobre la ciudad que el intendente (des)gobierna ya que sólo cree que es el microcentro el que debe recibir millonarias sumas de dinero en inversión.
Mientras que continúa la necesidad histórica del resto de los vecinos de San Miguel de Tucumán en lo que hace al mantenimiento de cloacas y desagües ha sido siempre desatendida por años. Justamente, los mismos años que Germán Alfaro gobierna la capital. Los mismos años en los que las calles de la ciudad se ven anegadas con las tormentas de verano. El alfarismo jamás movió un dedo para cambiar esta realidad y solucionar el problema.
Los desagües pluviales deben ser actualizados acorde al crecimiento poblacional, al tiempo que debe mejorarse el hábitat de miles de vecinos. Los mismos que ante una inundación pierden lo poco que tienen. No es posible ver las fotos y videos de inundaciones propias de países centroamericanos en la ciudad en pleno siglo XXI. Varias zonas de la Capital cubiertas por los más de 120 milímetros de agua que cayeron con la tormenta del sábado en apenas hora y media.
En definitiva, mientras se priorizan semi peatonales céntricas, las calles de Villa Amalia colapsaron (literalmente) por la cantidad de agua que debieron soportar. Mientras Germán Alfaro juega a la interna en Juntos por el Cambio, los vecinos de la capital ven peligrar sus posesiones y hasta su vida en temporales como el del sábado. Todo a causa de los espurios intereses del intendente capitalino.
Y es que eso es lo que lleva a Germán Alfaro a priorizar sus ambiciones políticas antes que el bienestar de los vecinos. Como también priorizar en obras insignificantes en el microcentro antes que en reparar desagües que se convierten en trampas mortales para la gente. Pero está visto que nada resulta tan mortal como la combinación de un temporal junto con un dirigente sin escrúpulos y egoísta como lo es Germán Alfaro.
