Se trata de un hecho que atrasa y que no hace más que confirmar que la oposición tucumana mira el futuro, pero por el espejo del retrovisor. Esto se debe a que, nuevamente, el pasado día viernes, y luego de suplicar de forma vergonzante, Germán Alfaro recibió el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta como candidato a gobernador.
El intendente capitalino urdió el plan de pegarse al jefe de gobierno porteño, como garrapata al perro, para que valore su obsecuencia y lo “bendiga” con su elección como el candidato a gobernador por Juntos por el Cambio en las elecciones provinciales del año que viene. Esto significa que Alfaro apunta al “dedazo” nacional para lograr lo que por medio de las urnas no consiguió.
El plan de Rodríguez Larreta consistiría en apoyar a dirigentes tucumanos en las elecciones del año que viene a pesar de su “prontuario” político y hacerlo por encima de cualquier vía democrática de elección. En otras palabras, él y también Patricia Bullrich estarían decididos a optar por el dedo a la hora de bendecir a sus candidatos en Tucumán. Lo cual significa que no respetarían la voluntad del pueblo que señala en todas las encuestas que Roberto Sánchez a la cabeza la mejor opción.
En efecto, Sánchez y Campero analizan la posibilidad, si es que no llegan a un acuerdo con el intendente capitalino y con el escenario como está, de ambas partes ven muy difícil que se logre conciliar. Por ello, tanto Sánchez como Campero vienen abonando la idea de una interna del frente, mediante el uso del voto electrónico. ¿Pero por qué? En sus entornos se prendieron las alarmas con la posible injerencia de la mesa nacional de JxC en la definición de las candidaturas.
Saben que, si eso sucede, Alfaro correría con la ventaja del apoyo de Rodríguez Larreta. ¿Qué alternativas analizaría si llegado el momento tienen que presentarse? Sumar aliados e intentar competir por dentro. No es un secreto que tienen buen feeling con sectores como Creo, por ejemplo, cuyo principal referente, Sebastián Murga, es otro de los precandidatos a la gobernación dentro de JxC
Lo que está claro, en definitiva, es el hecho de que, mientras Alfaro no sabe qué malabares hacer, cual foca de circo, para forzar como sea la “bendición” política de dirigentes porteños de Juntos por el Cambio, la UCR al mando de Roberto Sánchez, pareciera que les dirán “no” a las pretensiones de ser el candidato a gobernador, porque ese lugar lo ocupará el piloto. Alfaro, tramposo como él solo, quiere lograr por el escritorio lo que no consiguió en las urnas.
Es decir, no ganarle limpiamente a Roberto Sánchez. En el “sanchezcamperismo” repiten que quieren ser competitivos y que seguirán tomando acciones para visibilizar sus posturas e ideas. Resaltan que la figura de Roberto Sánchez se mantiene en las encuestas y que tiene buenas proyecciones para el año entrante. Consideran que las críticas provienen de los que se “ven fuera” en 2023.
De todas maneras, en el alfarismo consideran que, con este escenario y ante las versiones de que Sánchez y Campero serían fórmula, lograrán quedarse con el sello y competir en 2023 con la ventaja que podría tener la oposición en el ámbito nacional. Y es que están conscientes de que Germán Alfaro tiene una pésima imagen en la sociedad y que no es más que una especie de “ventajita” tucumano igual que Sergio Massa a nivel nacional.
No en vano, Germán Alfaro es el protegido por el PRO a nivel nacional. Esto lo sabe Elisa Carrió y habría sido esta situación la cual la llevó a estar alerta de las espurias pretensiones del jefe de Gobierno y de la titular del PRO, tal y como se informó oportunamente desde Tucumán Despierta el pasado 14 de agosto. Y es que desde el PRO prometen modificaciones para que nada cambie.
Por el contrario, aspiran a mantener el statu quo y a quienes forman parte de la casta más rancia de la provincia como Germán Alfaro, una especie de títere que no hará más que seguir las órdenes porteñas a cambio de continuar manejando de forma ineficiente los hipotéticos destinos de Tucumán si llega al poder. Sin ir más lejos, es por eso que, en la semana, Alfaro se volvió a mostrar con Larreta el pasado día viernes.
En definitiva, los temores de Carrió serían ciertos: Larreta junto con Bullrich estarían convencidos de apostar por personajes nefastos como el mismísimo Alfaro, “cambiar para que nada cambie” y así el poder se maneje desde las sombras. Pero parece que, por ejemplo, el historial marcado por la traición de parte del intendente de la capital y de Beatriz Ávila no le importa al jefe de gobierno porteño.
Quien ahora lo llama y le ofrece la posibilidad de ser el candidato a gobernador por Tucumán el año que viene. Justo Germán Alfaro, quien es un traidor político al igual que Beatriz Ávila. Es decir, el candidato presidenciable para el 2023 premia a ambos ofreciéndoles la candidatura a gobernador al intendente capitalino. Desde el PRO nacional se está apostando desde el comienzo a un perdedor, Germán Alfaro.
Y es que la decisión del macrismo representada por Horacio Rodríguez Larreta deja en claro que no le importa hacer un rejunte de dirigentes a cualquier precio. Con tal de intentar quedarse con el poder, Juntos por el Cambio a nivel nacional, permite no solo que los traidores a la coalición puedan retornar como si nada hubiera pasado. Es por esta razón que desde Tucumán Despierta nos preguntamos: ¿Cómo no va a sentirse desilusionado el votante tucumano?
Y es que con tal de seguir concentrando poder en Buenos Aires, al macrismo no le importa Tucumán ni respetar que es Roberto Sánchez quien logró que Alfaro perdiera las primarias del año pasado. Lo que está claro que el votante tucumano sabe que le estarán vendiendo “gato por liebre” si desde Juntos por el Cambio les quieren hacer creer que Alfaro encarna algo positivo, cuando ostenta una de las peores imágenes públicas del país.
¿Tomarán nota de esto en el PRO?