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Germán Alfaro, una gestión oscura y nunca a la altura de las circunstancias

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Germán Alfaro
Descacharreo

Opinión. “Lo que nos dejó la semana

En la semana que se fue, quedó expuesta en todo su esplendor la decadencia a la que Germán Alfaro sometió a San Miguel de Tucumán y que en apenas siete días salió a la luz mostrando lo peor de una de las ciudades más importantes de la Argentina. Y es que la impericia de la gestión alfarista cruje desde sus cimientos y colocan a los ciudadanos en un verdadero peligro.

Fumigación y Limpieza

En primer lugar, mientras que el lunes pasado entraba en vigencia el decreto de la Municipalidad de Yerba Buena que suspendía las autorizaciones de eventos masivos hasta el 2 de enero próximo, otro tanto ocurría a nivel provincial. Y es que el Ministerio de Seguridad coordinó con la Policía de Tucumán un plan de acción en el marco del Operativo Felices Fiestas para supervisar el control del Pase Sanitario en los locales gastronómicos.

Movilidad Urbana
bares con gente

Si bien es cierto que estas acciones se produjeron a partir de que desde Tucumán Despierta se hizo hincapié en la falta de reacción de las autoridades ante la suba de contagios, lo cierto es que, aunque tardía, al menos se trató de algo. Sin embargo, Germán Alfaro siguió mostrándose indolente ante la situación que atravesaba la provincia. A pesar de gobernar el distrito que se lleva la mitad de los contagios diarios.

Y es que en su perversidad mental, el intendente que especula tanto como respira, no quería pagar el costo político, menos en vísperas de Navidad y Año Nuevo, de tener que implementar algún tipo de restricción o control sanitario. Pues bien, su falta de escrúpulos determinaron que, sólo en la capital, la semana que ya no volverá haya culminado con más de 1000 personas contagiadas con COVID-19.

Esta dura realidad se explica a causa de que el intendente de San Miguel de Tucumán no hizo nada por controlar a los bares nocturnos y a toda actividad nocturna con gran concurrencia que tiene la capital. De esta manera, continúa lavándose las manos como siempre. Tal vez, Alfaro se sienta herido en su ego a sabiendas de que Campero le ganó de mano. Pero nada justifica que exponga a un peligro sanitario a los ciudadanos que lo votaron para tomar buenas decisiones.

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mariano campero
Intendente de Yerba Buena, Mariano Campero

La ignorancia e inoperancia del mandatario capitalino le impide ver que ahora estamos ante un riesgo epidemiológico y tendrá que entender que es más que necesario tomar algunas iniciativas para evitar un brote y tener que tener otras medidas más estrictas. Pero el problema es que Alfaro nunca está a la altura de las circunstancias. Es por ello que cabe preguntarse: ¿Está en condiciones de gobernar la provincia cuando ni siquiera puede hacerse cargo de su capital?

No sólo le falta compromiso y eficacia a su gestión. Además, carece de lo necesario para estar a la altura de las circunstancias. Siempre. Pero eso no fue todo. La semana que se esfumó en un abrir y cerrar de ojos dejó en claro también que Germán Alfaro avala los atropellos de Enrique Romero, así como el desmanejo de este polémico funcionario en la Dirección de Tránsito de la municipalidad capitalina.

Enrique Romero
Subsecretario de Tránsito de la Capital, Enrique Romero

Y es que, mientras en otros distritos los gobiernos municipales se manejan con prudencia para con sus habitantes, la administración alfarista nunca dejó de poner palos en la rueda nada menos que a sus propios ciudadanos. En esa línea, Enrique Romero actúa como tiene acostumbrado a los vecinos de la ciudad, con un tono amenazante acerca del modo en que los ciudadanos manejan sus vehículos particulares.

Ya sea que se trate de automóviles o motocicletas. Y es que al funcionario municipal no se le ocurrió mejor idea que escrachar a un trabajador de colectivo. En ese marco, desde la mismísima administración del intendente se continúa una línea coherente en lo que respecta a una política de molestar siempre al laburante y a la gente de bien. Fue en este lúgubre contexto que David Salvi, conductor de la Línea 8, fue acusado por el subsecretario de Tránsito.

Romero no tuvo mejor idea que endilgarle haberse negado a una alcoholemia, abandonar la unidad y luego huir. Junto a su abogado, este trabajador contó su verdad y acusó al funcionario de mentir. ¿Y cómo no hacerlo? Si en realidad el denunciado no se sentía bien por el hecho de que se había colocado la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 apenas unos días antes. Le dolía la cabeza y el cuerpo.

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David Salvi (izquierda) contó su verdad. Captura de video.-

Lo cierto es que Enrique Romero dañó a una familia, a un trabajador. No es posible entender que un funcionario se dirija así. Un funcionario que pide que respeten la ley debería dirigirse de una buena manera, no diciendo que la gente ‘tiene aca en la cabeza’, como dijo en más de una desafortunada oportunidad. Por eso en los controles surgen hechos de violencia. Esto arenga a que la población rechace estos controles, no pacifican nada.

Mientras tanto, a lo largo y ancho de San Miguel de Tucumán, no paran de circular motos sin patentes y sin casco, al mismo tiempo que no se cumplen las ordenanzas municipales. ¿Tamaño desmanejo puede desarrollarse con la total impunidad con la que lo hace Romero en su área? Resulta fácil entrever que una conducta de esta clase sólo puede ser llevada a cabo con la anuencia de Germán Alfaro.

Pero el municipio capitalino prefiere detener gente que se traslada en un inofensivo monopatín como ocurrió en el mes de octubre. Esto demuestra lo poco seria que es la administración de Germán Alfaro. Y es que, cuando se trata de molestar a la gente común, ahí está siempre la presencia de los funcionarios de la municipalidad capitalina. Cabe preguntarse acerca de quiénes son aquellos que llevan a diario los controles.

monopatín

Pero si de controles hablamos, es justamente eso lo que le falta a la administración oficialista de la capital cuando se observa el desastroso estado de las calles y avenidas de San Miguel de Tucumán, sin importar de qué zona se trate. Y es que en la semana que ya se fue, se profundizó al punto de que agravó el ya solidificado abandono de las arterias de la ciudad durante el intendente capitalino.

Y es que el abandono que existe en las calles de San Miguel de Tucumán da cuenta de la falta de mantenimiento de las arterias de la capital. Sin embargo, pareciera ser que al intendente Germán Alfaro poco y nada le importa el estado en el que se encuentran, ya que el nivel de deterioro llega a tal punto, que es obvio que llevan mucho tiempo en esa lamentable situación. Y si para muestra basta un botón, Tucumán Despierta dio cuenta de ello. Una vez más.

En ese sentido, alcanzó con realizar un mínimo recorrido para relevar el estado de abandono de la gestión del intendente capitalino, en lo que hace a las calles. En ese sentido, fue suficiente contemplar el estado en el que se encuentra la intersección de calles Marcos Paz y Maipú. Y es que la forma en la que se instaló un rústico alertador del peligroso bache parece adoptar la forma de un pequeño árbol de Navidad.

pozo

El regalo entonces es la destrucción que hace el alfarismo. Pero eso no fue todo, ya que este peligro está en casi todas las esquinas, en cualquier barrio y, en muchos casos, desde hace años. No son decenas, ni cientos. Son miles. Y Alfaro y su desidia son el combo perfecto para esta realidad. Se registran cráteres en el medio del pavimento como es el caso de calles San Martín y Necochea.

Al respecto, desde este medio dimos a conocer las imágenes de esa intersección que son el mejor y más crudo testimonio del abandono sufrido por la administración del intendente Germán Alfaro. Mientras tanto, se acumulan las denuncias y reclamos de parte de vecinos que regularmente sufren la rotura de sus vehículos a causa del estado de las calles sin que le importa nada a la dirigencia alfarista.

Las calles se han convertido en un campo minado o una hilera de sucesivas trampas mortales para los automovilistas. Esto demuestra que la desidia que existe de parte de Alfaro, no sólo daña la propiedad privada, sino que podría ocasionar una desgracia en caso de accidentes mayores. Lo único cierto es que el alfarismo gastó cientos de millones de pesos en campaña, pero no les interesa el mantenimiento de las arterias de la ciudad.

accidente

Y esta desidia tiene una sencilla aunque contundente razón. Y es que la gestión capitalina tiene desprecio por la vida humana. Y es que luego de lo ocurrido en el Parque Avellaneda, cuando una pequeña niña todavía lucha por su vida, en la semana que ya se fue quedó claro que la gestión de Germán Alfaro puede llegar a ser más nociva y peligrosa que la misma y ruinosa pandemia mundial de COVID-19.

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