El trabajo del personal doméstico puede ser fundamental en una casa de familia. Permite que sus miembros pueden centrarse en sus trabajos y otras responsabilidades aportando confort y bienestar a un hogar. Es común que los dirigentes políticos elijan contratar estos servicios para mantener la organización y el funcionamiento de sus hogares para ellos poder sostener la tarea de gestionar desde el lugar que les tocó ocupar.
Pero no todos ellos actúan como el estado demanda que se actúe con un empleado doméstico. Es decir, tenerlos en blanco o pagándoles el sueldo digno por sus tareas. En ese marco, cabe mencionar una investigación periodística realizada por el programa de televisión de Canal 10, “El Avispero”, la cual da cuenta acerca de María, una señora jubilada que elige continuar como trabajadora activa brindando servicios de preparación de comidas en una casa particular.
En este caso lo haría en la casa de la candidata a intendenta de Juntos por el Cambio, Beatriz Ávila. María desempeñaría sus servicios de lunes a viernes durante la tarde por un sueldo de $46.475 el cual sería abonado por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán según el cotejo de datos. Para colmo, María no habría recibido aumento de sus haberes durante el transcurso del presente año.
Puesto que el monto de su salario sería el mismo desde julio de 2022 cuando el salario mínimo vital y móvil establecido en abril de este año gira en torno a los $80.342. Así es como Beatriz Ávila, quien se muestra supuestamente preocupada por la situación económica del país no sólo utilizaría los recursos de los capitalinos para pagar el sueldo de empleados por servicios de índole personal.
Sino que los tendría precarizados al pagar sueldos menores a los que se establece como un sueldo mínimo en el contexto de crisis que atravesamos los argentinos. Como si esto fuera poco, existen audios en los que María corroboraría el hecho de que desempeña su labor en un domicilio ubicado en calle Rondeau 428. Justamente donde viven Germán Alfaro y Beatriz Ávila. Pero eso no es todo.
Y es que también existen recibos de haberes emitidos por parte de la mismísima Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Cabe recordar que Germán Alfaro tiene contratados a más de 5.200 empleados del municipio capitalino, que en su mayoría residen en áreas rurales de la provincia. El intendente está actuando con total impunidad y está dejando a los 800.000 ciudadanos de San Miguel de Tucumán sin recursos para mejorar su ciudad.
La cual actualmente se encuentra en estado de abandono, con calles destruidas, basurales y zonas oscuras. Alfaro no está trabajando para mejorar la ciudad, sino que está creando ñoquis que viven en zonas tan alejadas como Ampimpa. En definitiva, lo cierto es que no le basta a Germán Alfaro con utilizar los recursos del Municipio para contratar a personas de otras áreas de la provincia, lo que perjudica a los habitantes de la Capital.
Sino que también estaría malversando los fondos del ayuntamiento en su propio beneficio explotando a una mujer jubilada en su propia casa de lunes a viernes durante la tarde por un mísero sueldo de $46.475 ya que María no habría recibido aumento de sus haberes durante el 2023. Es decir, además de malversadores, Germán Alfaro y su esposa, Beatriz Ávila, son seres insensibles y precarizadores.