El escritor y docente de origen chaqueño Mempo Giardinelli dijo que existía un retroceso evidente en la educación pública argentina. “Está volviendo el analfabetismo a la Argentina. Esto es gravísimo”, expresó el autor esta mañana en su ponencia en el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, que tiene lugar en Córdoba. Desde el atril del Teatro del Libertador General San Martín, Giardinelli instó a Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación de la Nación, que lo escuchaba sentado en el mismo escenario, a hacer algo en forma urgente para detener la penetración de los intereses económicos en el sistema educativo.
Interrumpido por aplausos en distintas ocasiones, el narrador cuestionó los recortes de las becas y ayudas; el reemplazo de maestros por gerentes y la “satanización” del sindicalismo. “Educar y cómo hacerlo es una decisión política, y hacer que no se lea, también lo es. La lengua que hablamos es una cuestión política. Si nos despegamos de toda inocencia, digamos también que este Congreso es político, aunque sea en parte”, propuso.
En otro tramo de su disertación, el escritor rechazó la denominación “español” para la lengua que comparten los castellanohablantes. “Mi lengua es el castellano americano. Que nadie se ofenda ni se enoje”, manifestó en el foro organizado por la Real Academia Española (RAE), la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) y el Instituto Cervantes. Giardinelli insistió en que “castellano” era la denominación precisa para el idioma y la que mejor se adaptaba a la constitución cultural de todos los pueblos que lo emplean. “España nos ha dado lingüísticamente la vida misma: lo que estoy cuestionando es la imposición de un nombre (el español) que niega la historia de cinco siglos”, opinó.
AUTOR
Irene Benito
LA GACETA