Vayo Business es una estafa hecha y derecha. No lo digo yo, sino la Dirección Nacional de Defensa del Consumidor y Arbitraje en Consumo, que decidió imputar a la empresa, otrora promocionada por diversos famosos.
A su vez, en la Justicia reposan varios centenares de denuncias por parte de incautos que cayeron en la trampa. Nada nuevo bajo el sol: este periodista viene denunciando a esa empresa desde hace más de un año, no solo a nivel periodístico sino también en sus redes sociales.
En esta provincia, como reveló Diario Mendoza Today, quien lleva la batuta es una tal Debora Zoloa, junto a su marido. Tal cual se publicó esta misma semana en las virtuales páginas de este medio.
No es una opinión ni una suposición, sino el producto de una investigación que incluyó una docena de entrevistas con personas que fueron timadas por la mujer en cuestión.
Los estafados no solo aportaron su testimonio, sino también documentos, chats, audios y mucho más. Sobre la base de todo ello, este diario decidió hacer la publicación de marras.
Ello derivó en la furia de la tía de la mencionada Zoloa, quien amenazó a este diario con términos gravísimos, a través de mensajes que ya están en manos de la fiscalía de turno.
“Escúchame pedazo de hdrmp, a vos y a todos los tuyos los voy a matar y colgar de una plaza en el mástil. Enterate quiénes somos, te estás metiendo con mí sobrina, mí familia es muy poderosa”, arranca el mensaje de la mujer, llamada Carina Zoloa.
Y avanza: “Mí padre le ha ganado juicio a muchos como vos y el padre de Débora si te pones a investigar, Marcelo Zoloa, investigamos, es amigo del fiscal Carniero (sic) y de Carolina Jacky Asique no sabes en la que te metiste no vas a volver a ser periodista en tu vida y encima vas a aparecer en una zanja con cinco tiros en el orto”.
Amén de la elocuente gravedad del mensaje, es curioso que en ningún momento se negara allí lo que denuncia Mendoza Today: esto es, la reiteración de la estafa por parte de la mujer a través de Vayo Business.
Este diario suele ofrecer derecho a réplica, que está estipulado en su Manual de Estilo. A su vez, ostenta un férreo “defensor del lector”. Si ello no alcanzara, estamos dispuestos a enfrentar una demanda judicial. Como corresponde.
Lo que no cabe es la amenaza, nunca. Menos aún cuando se sostiene que uno aparecerá “en una zanja con cinco tiros en el orto”. Hubo una época donde ello era moneda corriente, pero ello ya pasó y esos días deben ser enterrados para siempre.

