El presidente de Francia, Emmanuel Macron, mantuvo este jueves entrevistas con sus pares de Rusia, Vladimir Putin, y Ucrania, Volodimir Zelenski, en el marco de contactos diplomáticos tendientes a buscar una solución a la guerra entre ambos países.
Tras las conversaciones, el mandatario francés hizo un duro diagnóstico de la situación. “Lo peor está por venir”, afirmó según fuentes del Elíseo.
En el caso de Putin la conversación duró una hora y media y es la tercera que el mandatario francés mantuvo con el líder ruso desde el inicio de la invasión a Ucrania hace una semana.
Putin le dijo este jueves que su ofensiva militar va “según lo previsto” y se va a recrudecer a menos que el país invadido acepte sus condiciones, entre ellas su desmilitarización, según indicaron fuentes del Elíseo.
La conversación telefónica tuvo lugar a petición de Putin y en ella el líder ruso advirtió de que si los ucranianos no aceptan sus términos por la vía político-diplomática, Rusia los conseguirá por la militar.
Macron, según las fuentes, le dijo que estaba cometiendo “un error grave”, que se estaba buscando “pretextos” y que su actuación no era conforme a la realidad ni podía justificar su violencia y el precio que va a pagar su país, que acabará “aislado, debilitado y bajo sanciones” durante un largo periodo de tiempo.
En la conversación previa entre ambos líderes políticos, que tuvo lugar el lunes, Putin le indicó a Macron que su país pretende el reconocimiento de Crimea como territorio ruso, la “desmilitarización y desnazificación” de Ucrania, y la promesa de que frene su ingreso a la OTAN.
En un discurso televisado anoche a la nación, Macron criticó duramente la acción armada de Rusia en Ucrania, pero agregó que mantendrá el contacto con Putin en busca de una salida de la misma.
“He optado por mantenerme en contacto con el presidente Putin para intentar convencerlo incansablemente de que deje las armas“, justificó sus intentos el presidente francés.
Macron -quien anunciará hoy su candidatura a la reelección en la próxima elección presidencial en Francia- es el único de los líderes de los grandes países occidentales que ha decidido mantener abierto un canal de comunicación con Putin, aunque en paralelo apoya las sanciones más duras a Rusia por su intervención en Ucrania.
El francés no ha ocultado en sus últimos días su decepción con Putin, con quien a lo largo de todo su mandato ha tratado de mantener una relación de diálogo permanente.
Una de las evidencias de la buena relación que ha tratado de sostener con el líder del Kremlin es que en agosto de 2019, en vísperas de una cumbre del G7 en suelo francés, lo invitó a su residencia de verano en Bragançon, algo que solo se reserva a líderes con quienes existe una clara voluntad de confianza.
Y los esfuerzos diplomáticos de Macron comenzaron antes de que diera inicio la invasión rusa a suelo ucraniano.
El 8 de febrero, en medio de la tensión creciente en la frontera de Rusia y Ucrania, se trasladó a Moscú para entrevistarse durante seis horas con Putin. Tras la reunión, ambos brindaron una rueda de prensa conjunta.
Macron, que ejerce temporalmente la presidencia semestral de la Unión Europea e integra el llamado “grupo de Normandía” para buscar una solución pacífica al conflicto en el este de Ucrania, ha acusado al líder ruso de “romper todos sus compromisos internacionales” con la invasión.
Francia está a la cabeza de la petición de sanciones y, según varios medios, presiona para que sean expulsados más bancos rusos del sistema bancario internacional
En tanto, en Bielorrusia, delegados de Rusia y Ucrania tienen previsto llevar a cabo este jueves una segunda ronda de negociaciones con vistas a un eventual alto el fuego tras una semana desde el inicio de la invasión rusa que ya provocó un millón de refugiados.
Fuente: EFE
