Ramón vende pochoclos todos los fines de semana en una plaza de General Pico, La Pampa, pero hace 14 meses que su vida fuera de lo laboral está en suspenso, a la espera de que se haga justicia por el asesinato de su nieto, Lucio Dupuy, quien murió en noviembre de 2021 por los golpes que le dieron su madre y la novia de esta.
“Esto se sobrelleva gracias al apoyo de la gente, pero realmente lo siento cuando se cierran las puertas del frente de mi casa y quedamos solos, en familia. Ahí es muy jodido de verdad. La soledad y pensarlo a él y lo que sufrió es muy duro, horrendo. A mi nieto lo extraño no todos los días, lo extraño cada minuto“, expresó Ramón Dupuy a Infobae.
“El día que me tocó declarar, pedí expresamente que ellas estuvieran. Quería verles la cara. Pero lamentablemente ellas pidieron no estar. No se animaron. No pudieron mirarme a los ojos“, expresó Silvia.
“Cuando llegue, una de las asesinas, la novia, me miró a propósito. Se dio el lujo de provocarme. Se sonrió y me guiñó un ojo. Tan cínica como eso. Sentí mucha impotencia. Estuve a punto de reaccionar“, recordó el abuelo de Lucio.