ROMA.- Consciente de que la mejor estrategia para acallar “fake news” y rumores es la transparencia, como había hecho el miércoles pasado, después de la operación abdominal de tres horas del papa Francisco, el cirujano Sergio Alfieri, que la dirigió, volvió este sábado a aparecer ante los medios.
En una breve conferencia de prensa en el atrio del hospital Gemelli –donde el Pontífice, de 86 años, fue operado el miércoles pasado–, Alfieri aseguró que “el Santo Padre está bien” y que, junto a su equipo, lograron convencerlo de no recitar mañana la tradicional oración del Angelus en público, para que ningún esfuerzo pueda comprometer la red protésica que le colocaron el miércoles pasado.
Alfieri, que ya había aparecido el miércoles después de la cirugía, aseguró ante una pregunta que el Papa “está de óptimo humor, es un placer estar con él” y aclaró que no tiene ninguna otra enfermedad, como para acallar cualquier rumor de sectores adversarios que agitan el fantasma de un cónclave.
“El papa Francisco no tiene ningún problema cardíaco actualmente, nunca tuvo problemas cardíacos en el pasado, nunca tuvo una isquemia o infarto, el corazón está bien”, aseguró el médico en alusión a la internación de fin de marzo pasado por una pulmonía grave, cuando corrieron rumores de una afección cardíaca.
Asimismo subrayó que tampoco tiene problemas respiratorios. Es más, destacó el estado general de su paciente ilustre, sobre todo teniendo en cuenta su edad. “Entiendo los rumores y las habladurías, pero, por la edad del Papa, 86 años, no tiene patologías importantes. Sí tuvo problemas”, admitió al evocar la pulmonía de fin de marzo pasado, pero “desde el punto de vista cardiorrespiratorio, no tiene ni tuvo problemas serios”, sentenció. Tras ello fue más allá: “El Santo Padre tiene 86 años en su documento de identidad, pero es un hombre que tiene la cabeza de una persona de 60 años”.
Alfieri, cirujano jefe del Gemelli y especialista en el aparato digestivo, apareció ante los medios acompañado por el vocero papal, Matteo Bruni, que precisó que mañana domingo, al mediodía, el Papa recitará la tradicional oración mariana del Angelus en privado desde su habitación de la suite del décimo piso del Gemelli.
En esta imagen de archivo, tomada el 11 de julio de 2021, el papa Francisco sale al balcón del hospital policlínico Agostino Gemelli en Roma. (AP Foto/Alessandra Tarantino, archivo)
Cuando estuvo internado en julio de 2021 durante diez días en ese mismo hospital, el Papa sí había aparecido desde un balconcito del nosocomio para el Angelus. “Pero habían pasado 7 días de la intervención, no tres”, puntualizó Alfieri. El médico, romano y de 56 años, destacó también que fue el Papa quien tomó la decisión, aconsejado por el equipo médico, que le explicó que es mejor que no haga esfuerzos habiendo pasado tan pocos días de la cirugía, que tuvo lugar el miércoles y en la que se le removieron viejas adherencias y cicatrices internas que le causaban dolores y obstrucciones intestinales, resabios de operaciones de apendicitias y peritonitis que tuvo en la Argentina.
“Les explico: levantarse cada vez de la cama y sentarse en el sillón pone en tensión la pared abdominal. Le pedimos esta prudencia al Santo Padre, de evitar este esfuerzo”, indicó. “Con el avanzar de la edad, (el Papa) se volvió más sabio”, agregó. “Nadie le impide nada al Papa, nosotros dimos una sugerencia médica y él decidió”, afirmó. “El Papa decide en primera persona”, insistió.
Didáctico, Alfieri explicó que el problema es que si en los días sucesivos a la intervención no se cuida bien la cicatrización y que la red protésica se incorpore en la pared abdominal, “la red puede romperse” y en ese caso “hay que volver a llevarlo al quirófano”.
En este marco, también contó que el equipo médico le recomendó quedarse al menos siete días más en el Gemelli. “Por lo general, después de operaciones como estas uno permanece internado 4 o 5 días. Pero si él se queda más, no es porque hay problemas. No, le pedimos al Papa de hacer parte de la convalecencia en el hospital y queremos convencerlo de que se quede al menos toda la semana. Así podrá volver a su actividad laboral con más seguridad y fuerza”, indicó.
“No excluyo que a mediados de la semana que viene él diga ‘estoy bien, me voy’. Pero nosotros le sugerimos una convalecencia de al menos una semana”, remarcó al destacar que, en verdad, el proceso de cicatrización dura tres meses. “Pero él no es un paciente que vuelve a casa y se pone a ver televisión”, precisó. “Es importante que vuelva a casa fuerte”, dijo el médico.
Por último Alfieri precisó que el Papa nunca tuvo fiebre, que comenzó una dieta semi-líquida, que “no tiene mucho dolor”, que está estable “hemodinámicamente” y que sigue una terapia para el dolor normal, blanda, “tipo tachipirina”.
En tanto Bruni, su vocero, contó que en los últimos días Francisco recibió visitas de sus colaboradores más estrechos y confirmó que siguen canceladas todas sus audiencias generales y especiales hasta el 18 de junio, pero que todo el resto de su agenda está en pie. De este modo confirmó su viaje a Portugal a principios de agosto para la Jornada Mundial de la Juventud; y su viaje a Mongolia, a fin del mismo mes.