En su paso por la mesaza de Almorzando con Mirtha Legrand (eltrece), Pablo Echarri reflexionó sobre la discusión política en la Argentina. El actor reconoció que muchas veces le faltaron argumentos cuando se manifestó públicamente sobre temas de actualidad, pero también remarcó que es necesario debatir para crear consenso.
La charla comenzó cuando Juana Viale analizó cómo se impone la intolerancia cada vez que una persona emite una opinión sobre política. Y en ese sentido, el protagonista de éxitos como Al Final del Túnel dio su punto de vista: “Somos muy jóvenes en la discusión política, eso hace que los enfrentamientos sean tan encarnizados. Hace poco que empezamos a discutir, la política estuvo soslayada, era un tabú”.
Luego de esa observación, Raúl Lavié, otro de los invitados, contó que muchas veces se autocensuraba en sus declaraciones para cuidarse y no exponerse. Al escucharlo, Echarri interrumpió: “Yo creo que el silencio y la autocensura generan explosiones tardías, que son bastante complicadas. Por eso yo creo que la discusión política tiene que ser con argumentos para no entrar en agresiones, en herir al otro”.
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Además el artista apuntó que la grieta no es un fenómeno argentino sino que sucede en todo el mundo. “En todos lados, y sobre todo en los países más desarrollados, se discute entre sectores progresistas y conservadores”, destacó.
En ese sentido, la conductora se mostró de acuerdo pero cuestionó la vehemencia con la que se enfrentan las ideologías en el país. Una observación que sirvió para que el actor realizara un mea culpa. “Hay que aprender. Para eso hay que equivocarse y decir ‘así no lo hago más’. Yo en algún momento me he encontrado discutiendo de una forma bastante férrea y he aprendido”, afirmó.
En ese momento, Juana le preguntó a Pablo si había sufrido ataques por su apoyo al kirchnerismo. “Seguro que entré dentro de la lavadora esta, no tenía forma. Fui puliendo algunos argumentos, intentando siempre no hacer sentir mal al otro, no herirlo. Por eso hablo de los argumentos, ya no hablás de opiniones personales. A mí me gusta una cosa y a otro le gusta otra. Eso es lo más sano y lo más lógico”, admitió. Y añadió: “Creo que tenemos que zambullirnos en la discusión para aprender a discutir”.
Por otra parte, el actor sostuvo que en los debates no se debe intentar convencer al otro sino aportar algo enriquecedor para que trasciendan ideas valiosas. Asimismo, aunque valoró la necesidad de discutir, remarcó que no siente que se trate de una obligación ciudadana. “El que quiera hacerlo que lo haga y el que no tiene su derecho”, concluyó.
