La hipoacusia es una disminución de la sensibilidad auditiva, un déficit o dificultad para escuchar los sonidos y entender las palabras. “Esta dificultad de la comunicación verbal puede afectar a uno o ambos oídos y se puede presentar de diferentes tipos o grados, generando una interferencia en el desarrollo de las relaciones interpersonales y en la vida cotidiana de las personas que la padecen”, dijo la profesional.
En tanto, Babot diferenció a la sordera, ya que si bien por lo general cuando se habla de una persona con sordera se habla de una con hipoacusia, depende del grado de pérdida auditiva del paciente la sordera en la que se englobe su cuadro. “Una persona sorda es hipoacúsica, pero puede tener hipoacusia leve, moderada o severa, e incluso padecer una anacusia, que es la pérdida total de la audición”, aclaró.
En cuanto a la detección de este padecimiento la profesional priorizó la consulta con el otorrinolaringólogo, especialista en garganta, nariz y oído: “Por lo general en la consulta el paciente manifiesta que no escucha bien, que los sonidos del medioambiente lo aturden o que no entiende lo que le dicen, que tiene zumbidos en el oído o una sensación de oído tapado; todas sintomatologías que van orientando al especialista hacia la noción de que ese paciente puede tener una patología en cualquiera de las tres partes del oído”.
Siguiendo esta línea si se detecta alguna anomalía el profesional interviniente indicará una batería de estudios diagnósticos, que permitan detectar el lugar y grado de la lesión y cuánta pérdida auditiva tiene el paciente. “El especialista otorrinolaringólogo deriva al paciente a hacerse estudios que realizan los fonoaudiólogos como audiometría tonal, logoaudiometría, impedancia, potencial evocado u otoemisión acústica. La hipoacusia por transmisión puede afectar la transmisión del sonido y en ese caso la lesión se localiza en el oído externo y medio y si la lesión está en el oído interno, se habla de una hipoacusia neurosensorial, si bien puede haber casos mixtos”.
En los bebés o niños la detección temprana y oportuna es fundamental, de hecho en Argentina la ley 25.515 apoya estas iniciativas, prevé e instituye como requisito obligatorio que cada niño que nace debe recibir un screening auditivo o estudio de otoemisión acústica que permite saber inicialmente si el paciente desde que nace tiene alguna patología auditiva o alguna dificultad para escuchar.
La unidad hospitalaria se encuentra trabajando de lunes a viernes de 7:00 a 13:00 y de 13:00 a 19:00 horas, con derivaciones recibidas desde otorrinolaringología, pediatría y del equipo de Maduración y Desarrollo porque muchos niños llegan por falta de maduración del lenguaje y uno de los factores que incide en ese proceso es la hipoacusia, por lo cual se pide descartarla para arribar a un diagnóstico oportuno.
Ministerio de Salud Pública Tucumán