El tribunal integrado por Wendy Kassar, María Fernanda Bähler y Emilio Páez de la Torre condenó a cadena perpetua aLuis Cristian “Pony” Danun por el asesinato deGisselle Tatiana Barrionuevo Nuñez. La joven víctima estuvo desaparecida 5 días y su cuerpo fue hallado en un cañaveral del paraje El Rincón, a orilla de la ruta 334, a ocho kilómetros de Monteros.
Danun fue señalado como “autor penalmente responsable del delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y mediando violencia de género” por el crimen cometido en marzo de 2018. En el proceso, que comenzó el 5 de abril, también fue juzgada Teresita del Milagro Raso, quien recibió una condena de 10 años de prisión por considerarla participe secundario del hecho. En el debate oral, la mujer declaró haber sido víctima de Danum al igual que Gissell.
Tras conocerse la sentencia, desde la página de Facebook “Fundación Sororidad Activa Motneros”, publicaron: “Aunque a nuestras muertas nada las devuelva a la vida, que la cárcel le recuerde cada día a sus asesinos que Gisela y su recuerdo siguen vivos en su mamá, en su papá, en sus hermanos, en sus amigas y en cada monteriza y monterizo que pidió justicia por su asesinato. Aunque un “tecnicismo” haya liberado a sus verdugos a solo unos meses de su femicidio, hoy creemos un poquito más en la justicia”.
Los padres de Gisell habían recurrido a distintas instituciones del Estado, incluso una jueza de menores, para solicitar asistencia frente a la adicción de su hija pero no obtuvieron respuestas. Producto de su propia iniciativa lograron internarla en distintas oportunidades pero cuando regresaba a su casa volvía a caer en esta red narco que actuaba con completa impunidad en la zona.
El caso:
En 2018, Giselle de 17 años, le avisó a su mamá que iba a salir de la casa para un paseo en bicicleta, como acostumbraba a hacerlo. Sin embargo, la mujer nunca imaginó que todo iba a terminar de la peor manera: tras permanecer cinco días desaparecida, su hija fue encontrada muerta en un cañaveral con varios hematomas en su cuerpo.
El cadáver fue hallado a la vera de la ruta provincial 324 de la provincia de Tucumán, entre las comunas de Arcadia y de Santa Lucía. Allí, un grupo de trabajadores que regresaba de realizar sus tareas en una finca del paraje conocido como El Rincón, en el sur de la provincia, comenzó a percibir un olor nauseabundo hasta que encontraron el cuerpo de Gisella oculto entre las cañas.
A los pocos minutos llegó el personal de la comisaría de Los Sosa, para preservar el lugar e intervino el fiscal Jorge Carrasco. Los exámenes preliminares sostienen que la adolescente podría tener el cuello roto y se intentará establecer si fue abusada sexualmente.