Mauricio Macri y otros dirigentes aliados evitaron polemizar tras el duro mensaje del Presidente, que atacó a homosexuales y se pronunció en contra del aborto
El presidente Javier Milei redobló la apuesta el miércoles durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos: en su diatriba contra el “wokismo”, el líder de La Libertad Avanza (LLA) cargó sus tintas contra el feminismo, la diversidad sexual y el ambientalismo.
El controvertido discurso de Milei provocó estupor en las filas de Pro. No solo porque vinculó la pedofilia con la homosexualidad, sino por su alineamiento con los máximos referentes del populismo de ultraderecha: Donald Trump (EE.UU.), la primera ministra de Italia, Georgia Meloni, Viktor Orban (Hungría) o Nayib Bukele (El Salvador). “Esta ‘batalla cultural’ es de fanáticos, conservadores y anacrónicos”, comenta un macrista paladar negro.
Sin embargo, la mayoría de los jefes del partido que conduce Mauricio Macri optaron por no expresarse sobre los dichos del Presidente. Silenzio stampa para salir del brete. Incluso Macri, quien salió a celebrar la baja de las retenciones, evitó alzar la voz para diferenciarse del posicionamiento que fijó Milei ante los exponentes del establishment global.
Entre los once puntos que firmaron Macri y Patricia Bullrich después de que sellaran con Milei el pacto de Acassuso a fines de octubre estaba “la defensa del respeto irrestricto del plan de vida de cada persona y de la diversidad”. Era el enunciado número ocho de la carta que leyó Bullrich, escoltada por Luis Petri, durante la conferencia de prensa del 25 de octubre de 2023, cuando confirmó su respaldo a Milei para el balotaje con Sergio Massa.
Después de que Milei arremetiera contra el “wokismo” en Davos, la Casa Rosada dejó trascender que Santiago Caputo y María Ibarzabal Murphy trabajan en un proyecto de ley para en una iniciativa denominado “igualdad ante la ley”, con el que procuran eliminar la figura del femicidio. Además, buscan anular los DNI no binarios y la “discriminación positiva”. Según indican fuentes oficiales, el Gobierno procura impulsar la iniciativa a partir del 1 de marzo.
A diferencia de sus exsocios en Juntos por el Cambio -como Martín Lousteau (UCR) o Maximiliano Ferraro (CC)-, los referentes de Pro en el Congreso, incluso aquellas legisladoras que impulsaron la agenda de género o dieron batalla para conseguir la legalización del aborto, como Silvia Lospennato, gobernadores e intendentes prefirieron mantenerse en silencio. Ante la consulta de este medio, varios dirigentes de Pro se excusaron con que no había escuchado el discurso. Otros argumentaron que se encontraban de vacaciones, por lo que se inclinaban por no hacer declaraciones. Hubo quienes pidieron tiempo para interiorizarse sobre el tema antes de expresarse, como Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro en Diputados, o Hernán Lombardi. “Cuando veamos el proyecto del Gobierno, vamos a debatirlo y fijar una posición”, respondieron allegados a Ritondo.
Fulvio Pompeo, funcionario de Jorge Macri y secretario de relaciones internacionales de Pro, quien había cuestionado el rechazo de Milei a la agenda 2030 o el voto de la Argentina en contra de un proyecto sobre la violencia contra las mujeres en la ONU, eligió esta vez no pronunciarse sobre las definiciones más fuertes de Milei contra el feminismo o la diversidad sexual durante su paso por Davos.
“Silencio de radio”, comentaron cerca de Diego Santilli, uno de los que apuesta porque Macri y Milei lleguen a un entendimiento. En esa misma línea se mantuvo Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos, quien se inclina por minimizar las diferencias entre el modelo de Pro y el proyecto de LLA para incrementar las chances de que haya una convergencia. Al igual que Macri, Frigerio felicitó al Presidente por la reducción de retenciones. Su par de Chubut, Ignacio Torres, tampoco se inmiscuyó en la polémica.
Basta de violencia
Las palabras importan. Insultar, humillar y amenazar a quienes piensan diferente nos aleja de la democracia y el pluralismo.
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) January 23, 2025
Ante el llamado de LA NACION, el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, también eligió mirar para otro lado y eludió la invitación a opinar sobre las críticas de Milei a las ideas progresistas, la cultura “woke” o la asociación que hizo el Presidente entre la ideología de género y la pedofilia. Argumentó que se encuentra enfocado exclusivamente en su agenda municipal por la temporada de verano y su conflicto con referentes sociales por su cruzada contra los “fisuras” y “trapitos”: “Estamos en la pelea con [Juan] Grabois, la Iglesia y [Adolfo] Pérez Esquivel”, planteó.
En cambio, Silvana Giudici, secretaria parlamentaria de la bancada de Pro y dirigente cercana a Bullrich, marcó sus diferencias con las definiciones de Milei. “Antes de opinar, me gustaría ver el proyecto que está pensando el Gobierno. Siempre he reivindicado la defensa de la libertad de expresión y la agenda de diversidad. Eso significa el respeto a las minorías”, afirmó a LA NACION.
Nunca el Presidente dijo estar en contra de que una pareja del mismo sexo pueda estar junta o pueda adoptar. Esas son libertades individuales. Habló de una pareja de pedófilos embanderados en la ideología de género que abusaron de sus hijos. Dejen de inventar o aprendan español.
— DAMIÁN ARABIA (@DamianArabia) January 23, 2025
Giudici fue una de las autoras de la ley de identidad de género que se aprobó en 2012, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner. La diputada había trabajado en ese proyecto junto con Diana Conti y Juliana Di Tullio. “Voy a seguir defendiendo la agenda de diversidad”, resaltó la diputada. Por caso, en 2010, Giudici votó a favor del matrimonio igualitario, al igual que Bullrich, el diputado Gerardo Milman, Laura Alonso, vocera institucional de la Ciudad, y la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez.
Entre tanto, Martín Yeza sugirió que la energía del Gobierno debe estar en la solución de los “problemas estructurales”. “Son lo suficientemente relevantes como para que importen problemas que no tienen ningún tipo de gravedad para la vida cotidiana”, señaló. Por su parte, Damián Arabia, alfil de Bullrich, salió a defender a Milei de las críticas -Horacio Rodríguez Larreta o la senadora nacional de Pro, Guadalupe Tagliaferri, repudiaron el mensaje del Presidente-. “Nunca el Presidente dijo estar en contra de que una pareja del mismo sexo pueda estar junta o pueda adoptar. Esas son libertades individuales. Habló de una pareja de pedófilos embanderados en la ideología de género que abusaron de sus hijos”, escribió Arabia.
En esa misma línea, Federico Pinedo, sherpa argentino para el G20 y exponente del ala conservadora de Pro, salió a apoyar a Milei: dijo que la Argentina “se escapó de convertirse en un Estado fallido”. “La civilización greco-romana y judeo-cristiana debe seguir construyendo desde sus valores de libertad y Estado de Derecho”, indicó Pinedo, uno de los bullrichistas que regresaron a la función pública con el triunfo de Milei. Sus palabras provocaron la indignación de sus ex-cofrades en el nido de los “halcones” de Pro.
Las expresiones del Presidente son cada día más vergonzosas y, por más que algunos intenten suavizarlas, no hay justificación alguna para las aberraciones que declara a diario. Violento, intolerante, homofóbico y misógino, nada más alejado de la libertad que tanto dice defender. pic.twitter.com/7Ng1tHIkOn
— Guadalupe Tagliaferri (@LupeTagliaferri) January 23, 2025
En el círculo de confianza de Bullrich, quien elogió el contenido del mensaje presidencial, pese a que criticó la legalización del aborto, uno de los asuntos que la distancia de Milei, arguyen que en el ecosistema de los libertarios conviven dos miradas. Por un lado, la centroderecha liberal, tanto en el “plano cultural y político”. Y, por otro, el sector “conservador y reaccionario”. “Yo no coincido en nada con Nicolás Márquez [biógrafo y amigo de Milei] o Agustín Laje [titular de la Fundación Faro]”, apunta uno de las voces de Pro en el Congreso que sigue las directivas de Bullrich.