Nueve pacientes murieron en un brote en curso de infecciones invasivas graves asociadas con el uso de fentanilo contaminado, elaborado en una planta de la localidad de Ramallo, en la provincia de Buenos Aires, sin buenas prácticas de manufactura y para un laboratorio con sucesivas prohibiciones de comercialización. El brote sumaría ya 20 casos, entre los afectados en un centro privado de la provincia de Buenos Aires y en instituciones del sistema público y privado de Santa Fe.
La semana pasada, la Anmat alertó a los centros de salud del país sobre un lote de ampollas de fentanilo asociado a un brote de neumonía en la unidad de terapia intensiva de un centro privado de La Plata. Los 18 pacientes afectados, de los cuales nueve murieron, habían recibido dosis de un mismo lote de ese potente analgésico, según surgió de la información aportada por el centro de atención.
El organismo regulatorio dispuso la inhibición del laboratorio HLB Phama Group, que comercializaba el inyectable, y de Laboratorios Ramallo, que elaboraba en su planta productos para HLB que no estaban autorizados. Recién ahora, con la muerte de nueve personas, la sanción publicada hoy en el Boletín Oficial prohíbe “el uso, la distribución y la comercialización” en todo el país de “todos los productos registrados a nombre de HLB Pharma”, con sede en la localidad bonaerense de San Isidro. El lugar, ayer, estaba cerrado.
Información de la investigación en curso indica que se habría detectado en las ampollas de fentanilo contaminación con las bacterias Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae productora de metalobetalactamasa (MBL). Ambas estaban presentes en las muestras tomadas a los pacientes de La Plata y en dos casos que se investigan en Rosario, Santa Fe. En el Instituto Malbrán se están cotejando todas las muestras.
Los 18 pacientes que activaron las alertas estaban internados en terapia intensiva del Hospital Italiano de La Plata. Empezaron con fiebre por la presencia de las bacterias en sangre (bacteriemia) e hipotensión. La mitad falleció. La infección invasiva generó un shock séptico que terminó siendo fatal.

Todos habían recibido por vía endovenosa dosis de ampollas del lote 31202 del opiáceo comercializado por la firma HLB Pharma, con vencimiento el 29 de septiembre de 2026. La fecha de elaboración es 12 de diciembre del año pasado.
“El reporte recibido informó sobre la contaminación microbiana reportada en 18 pacientes por la administración del producto Fentanilo HLB, que se aplica a pacientes hospitalizados de alta vulnerabilidad a quienes el uso del producto contaminado puede acarrearles la muerte –detalló la Anmat-. En consecuencia, los hechos demostrarían que se trataría de productos contaminados elaborados en un establecimiento con deficiencias en el cumplimiento de las buenas prácticas [de fabricación y control] y, por eso, no se puede asegurar que los productos fabricados cumplan, en forma uniforme y controlada, con los requerimientos de seguridad y eficacia de acuerdo con las normas de calidad adecuadas al uso que se les pretende dar”.
Angela Famiglietti, codirectora de la Carrera de Especialización en Bioquímica Clínica área Bacteriología Clínica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), explicó que la aparición de una bacteriemia por los dos patógenos identificados no es el mejor escenario.
“Klebsiella pneumoniae productora de MBL es una bacteria intrahospitalaria causante de diferentes infecciones, como neumonía, infección del tracto urinario, bacteriemia o sepsis, y por su resistencia a antibacterianos es de difícil tratamiento. Hay que estudiar cómo llegó a contaminar el inyectable -amplió-. Ralstonia pickettii es otra bacteria que puede causar, con menor frecuencia, infecciones nosocomiales, como bacteriemia o septicemia por soluciones contaminadas e, inusualmente, infecciones invasivas y graves, como meningitis, artritis séptica, entre otras. Es un patógeno más importante de lo que creíamos. Su importancia clínica, como sucede con Klebsiella pneumoniae productora de MBL, es que tiene resistencia natural a varios antibióticos de uso clínico”.
Famiglietti señaló que “existen muy pocas opciones terapéuticas” para Klebsiella pneumoniae productora de MBL “por su extrema resistencia” a las drogas disponibles. “Prácticamente, no hay tratamiento. Se utiliza una combinación de fármacos que es muy costosa”, repasó Famiglietti, profesora consulta de la UBA y exjefa del Departamento de Bioquímica Clínica del Hospital de Clínicas, dependiente de esa universidad. “La Organización Mundial de la Salud la considera de alta prioridad para la salud pública”, agregó.
Prohibición de uso
El jueves pasado, la Anmat alertó al sistema de salud sobre la prohibición de uso del lote de fentanilo de HLB (presentación por 100 ampollas de 5ml en solución inyectable, certificado N° 53.100) por una denuncia de contaminación cruzada. La Región Sanitaria XI de la provincia de Buenos Aires a la que corresponde La Plata había notificado un brote de infecciones invasivas por Klebsiella pneumoniae productora de MBL y Ralstonia pickettii en pacientes tratados con ese producto.
El laboratorio del Hospital Italiano detectó la presencia de ambas bacterias en muestras tomadas a los pacientes de terapia intensiva con neumonía y las envió al laboratorio nacional de referencia en el Malbrán, donde confirmaron los resultados.
A partir de la alerta, se notificaron otros dos casos en el sistema público y privado de Rosario, Santa Fe, que se están investigando. En el Ministerio de Salud anticiparon que la Anmat formalizará en las próximas horas la denuncia penal contra HLB Pharma.
“En lo que va del año, la Anmat dispuso múltiples sanciones contra el laboratorio HLB Pharma -señalaron-. En febrero de este año, se dispuso la suspensión de actividades de Laboratorios Ramallo, vinculado a HLB Pharma, por deficiencias graves en sus procesos de elaboración”.
En febrero, la autoridad regulatoria había ordenado al laboratorio retirar del mercado ampollas de propofol inyectable (lote 60000) que estaba comercializando sin autorización. El producto, según consta en la denuncia original, no tenía etiqueta de trazabilidad y estaba registrado como especialidad medicinal a nombre de Surar Pharma, una firma inhibida, clausurada y sancionada múltiples veces. Una investigación de LA NACION dio a conocer en 2015 las irregularidades de esa planta. Lo mismo ocurrió con ampollas de dopamina inyectable.
La semana pasada, la Anmat prohibió la comercialización de otros dos productos, también en ampollas, del HLB Pharma: diclofenac sódico (lote 80020) y morfina al 1% (lote 31050). Fue tras una denuncia por contaminación cruzada. Cuando esto ocurre durante la producción, está asociado con malas prácticas de manufactura y se considera un “desvío de calidad crítico” porque implica un riesgo cierto para la salud pública. El Departamento de Vigilancia post Comercialización y Acciones Reguladoras de la Anmat es responsable de supervisar que el laboratorio responsable retire del mercado las unidades de los lotes defectuosos.
Sobre las reiteradas denuncias desde hace más de dos años, hay “soluciones parenterales de gran volumen con contaminaciones microbiológicas y problemas con los envases/sachet”, por ejemplo. En 2023, según constató la Anmat, HLB elaboró en Laboratorios Ramallo 393 lotes de esos productos con un sistema de envasado sin autorización.
El nombre de HLB Pharma estuvo asociado hace cuatro años con el negocio de la compra de vacunas para Covid-19 al Fondo Ruso de Inversión Directa durante el gobierno de Alberto Fernández. En enero de 2021, un mes después de la llegada a Ezeiza de los primeros lotes de Sputnik V, desde el laboratorio confirmaron que habían participado en uno de tres viajes a Rusia de la comitiva argentina de Carla Vizzotti y Cecilia Nicolini para acordar la comercialización de las dosis en el país. Aclararon, también, que el preacuerdo que tenían con representantes del fondo ruso finalmente no se firmó. “El Gobierno decidió corrernos del negocio”, se quejaron, entonces, en diálogo con este medio.