“Este magistrado terminó como debería haber terminado: fuera del Poder Judicial”, aseguró el gobernador Osvaldo Jaldo al confirmar que ayer firmó la renuncia que presentó el lunes el juez Gonzalo Ascárate por un polémico fallo que tuvo repercusión nacional.
La sentencia despertó comentarios por haber absuelto a un imputado que había acordado ser condenado a tres años de prisión por tenencia simple de droga. Generó polémica por la inédita decisión de ordenar que le devuelvan 82 gramos de cocaína, tres gramos de marihuana y un blíster con cuatro psicofármacos que le habían secuestrado. Horas después, actuando de oficio, decidió anular el fallo y llamar a una audiencia. En ese debate, terminó condenando al imputado y ordenando eliminar el estupefaciente.
Jaldo fue la primera autoridad de los tres poderes del Estado que rompió el silencio para cuestionar la resolución. “Ese juez no puede ser juez”, había asegurado el gobernador. Antes de que se cumplieran las cinco horas de haber realizado esas declaraciones, la Corte Suprema de Justicia había presentado en Casa de Gobierno la dimisión de Ascárate. No la firmó ese día por cuestiones de agenda.
Postura
“Queremos dejar bien en claro que es política de Estado que seguiremos colaborando con la Nación en la lucha contra el narcotráfico y las acciones contra el narcomenudeo son irrenunciables para este Gobierno”, señaló Jaldo. “Lejos de flexibilizar esta tarea, tenemos que endurecerla”, añadió en una entrevista.
El dirigente tranqueño insistió con esta idea. “La Policía, los fiscales y los jueces deben profundizar su accionar. Deben fortalecer su trabajo porque es la única manera de enfrentar a los que trafican muerte”, indicó.
Jaldo no quiso opinar sobre la decisión que tomó el magistrado de presentar la renuncia. “Lo que necesitamos es un Poder Judicial totalmente fortalecido para que sea contundente y oportuno para que se cumplan las leyes y se afiance la lucha contra el tráfico y la comercialización de drogas”, finalizó.
Pasado
El tema de charla durante toda la jornada de ayer en la “familia judicial” fue la renuncia presentada por Ascárate. A nadie le sorprendió que tomara esa decisión, puesto que era la única manera que tenía de evitar un juicio político y que avanzara una auditoría ordenada por la Corte el mismo día que trascendió el fallo.
Pero al mismo tiempo, nadie olvidó que cuando era funcionario judicial protagonizó dos polémicas. La primera ocurrió cuando se supo que había enviado mensajes al entorno del ex gobernador Juan Manzur cuando esperaba ser designado por el ex titular del Poder Ejecutivo. Luego fue señalado por su conducta durante el juicio contra el guardiacárcel Roberto Rejas que fue condenado a perpetua por el femicidio de Milagros Avellaneda y de su hijo. Lo denunciaron por haberles mandado mensajes personales a la acusada, a la novia y a la hermana del imputado durante el debate y de haber presionado a funcionarios policiales para deslindar responsabilidades en la fuga del condenado.
Por ambos casos, el máximo tribunal de la provincia ordenó sumarios en su contra. El primero fue archivado por falta de pruebas y, en el segundo, sólo recibió un llamado de atención por haber incumplido con sus funciones como funcionario judicial.
Pese a esos antecedentes fue nombrado juez en diciembre del año pasado. Fuentes del Consejo Asesor de la Magistratura señalaron que lo eligieron por una sola razón: su nombre aparecía en 27 ternas, lo que hablaba muy bien de su capacidad para ocupar su cargo. Por las dudas, fue designado como magistrado especializado en Niños, Niñas y Adolescentes, es decir, un puesto de perfil bajo.
El 28 de noviembre, a través de una acordada, la Corte lo designó como reemplazante de Roberto Flores, que estaba en ese cargo desde que se puso en marcha la ley de narcomenudeo. Antes de que cumpliera 12 días en el cargo, dictó la sentencia que le terminó costando la renuncia.
La polémica se podría extender por un par de días. Al haber sido aceptada la renuncia, la Corte deberá elegir a otro magistrado para que asuma el cargo del juez de Narcomenudeo del Centro Judicial de Concepción. Vale la pena aclarar que el seleccionado no será especializado en la materia, como ocurrió con Ascárate.