Más que un desafío, achicar el sector estatal es un imperativo para una provincia como Tucumán que se encamina a contar con un presupuesto que superará el billón de pesos. Osvaldo Jaldo sabe que su gestión estará signada por la estrechez financiera, independientemente del signo político que gobierne el país.
El gobernador electo ya comenzó a realizar los deberes en un período al que denominó de “preasunción” a dos meses de suceder a Juan Manzur en el cargo. En ese sentido, el actual vicegobernador de la provincia ya pidió oficialmente a la Casa de Gobierno el organigrama integral del Poder Ejecutivo para aplicar cirugía mayor en la estructura.
Jaldo percibe que el tiempo vuela, más allá que en el camino a su asunción se encuentre con las elecciones presidenciales previstas para el 22 de octubre. “Con menos Estado se puede tener más presencia y servicios”, afirmó el actual presidente de la Legislatura. “2024 será un año de más austeridad”, remarcó.
De acuerdo con la primera evaluación que se efectuó dentro del equipo de trabajo del flamante gobernador electo, existe la posibilidad de fusionar ministerios y eliminar una decena de secretarías y varias subsecretarías de Estado. ¿Los nombres del nuevo gabinete? Por una cuestión estratégica, Jaldo ha decidido no revelarlos hasta después de las presidenciales. “Por ahora vamos a hablar de equipos de trabajo, pero las definiciones se adoptarán en su momento, cuando pase el período electoral”, señaló a nuestro diario.
Hay una primera idea de unir, por ejemplo, el Ministerio de Economía con el de Producción, como existió en alguna oportunidad. La clave en este sentido sería el fortalecimiento de las secretarías de Hacienda y de Desarrollo Productivo.
El Ministerio de Obras Públicas será fortalecido en la nueva gestión. Jaldo expresó que la obra pública es dinamizadora de la economía y, por lo tanto, será uno de los ejes de la nueva administración, más allá de las restricciones presupuestarias. “También tenemos que tomar en cuenta la evolución de los trabajos privados, que también generan empleos y que requieren una política de acompañamiento del Estado”, acotó el mandatario electo. En ese sentido, señaló que ya tomó contacto con las empresas de servicio de tal manera de afianzar el plan de trabajos para mejorar la infraestructura en cada emprendimiento que se desarrolle.
El vicegobernador recibió ayer a Manzur en el tercer piso del Parlamento provincial, tras el encuentro con los empresarios de la construcción. “Es fundamental sostener el ritmo de las obras, más allá de las cuestiones electorales. Esa actividad es clave para el sostenimiento de la economía tucumana, para la generación permanente de empleos genuinos y para el sostenimiento del consumo en todo el territorio provincial”, manifestó a nuestro diario el gobernador, tras su conversación con Jaldo.
El Ministerio del Interior seguirá siendo central para la coordinación de políticas con los 19 municipios (incluyendo Capital) y con las 93 comunas rurales. También se afianzará Desarrollo Social. El gobernador electo considera que, frente al incremento de los índices de pobreza y de indigencia por el aumento de la inflación, el Estado deberá fortalecer la asistencia a los sectores más vulnerables de la sociedad. De la misma manera que Salud Pública tendrá que ampliar su cobertura por la mayor demanda de ciudadanos que no pueden sostenerse en el esquema de la medicina prepaga.
Las modificaciones se asientan, además, en dos estructuras fuertes. Por ejemplo, Jaldo propondrá la incorporación a la currícula de carrera vinculadas con la informática. En ese aspecto, puede promoverse un Ministerio del Conocimiento para ampliar el área de cobertura de Educación. Las empresas demandan expertos con carreras cortas, particularmente en el área de programación informática.
Otro cambio en estudio pasa por el área de Gobierno y Justicia que, a su vez, puede volver a tener bajo esa órbita a Seguridad. El tema ocupa amplias charlas del gobernador electo con sus colaboradores, ya que un área de esas características requeriría un perfil de conducción política que no sólo se ocupe de la gestión de las fuerzas de seguridad, sino también en la relación con los gremios estatales.
Fiscalía de Estado continuaría con su perfil eminentemente técnico. Es una de las áreas que menos inquietud genera al equipo jaldista porque se nutre más de profesionales de carrera que de funcionarios políticos. Distinto es el caso de la Secretaría General de la Gobernación. La idea de Jaldo es darle mayor preponderancia con un hombre o con una mujer de amplia trayectoria política. De esa manera, supliría a lo que en su momento se pensó en reinstalar como el Ministerio de Coordinación.
“La sociedad debe saber que, como en cualquier familia, el Estado no gastará más de lo que ingresa. Y que en el Presupuesto, más que gasto, las partidas serán una inversión en beneficio de todos para atender las necesidades de obras básicas y de servicios esenciales de los tucumanos”, fundamentó Jaldo que, además, aclaró que los cambios no implicarán dejar de lado al personal permanente, sino que se reducirán los cargos políticos.
Un gobierno plural: el gobernador electo no descarta convocar a figuras de otras fuerzas políticas
La elección del nuevo elenco de funcionarios del gabinete provincial no sólo contempla la incorporación de jóvenes profesionales, de avezados dirigentes peronistas, sino también de referentes de otras fuerzas electorales opositoras. Esto fue admitido por el gobernador electo, Osvaldo Jaldo. “El Gobierno que encabezaré a partir del 29 de octubre próximo será abierto y plural. Por eso no descartamos la posibilidad de convocar a figuras de otras fuerzas políticas de la oposición para que acompañen esta idea de mejorar la situación de Tucumán”, expresó el actual vicegobernador de la provincia. El tranqueño viene declamando la idea de que, una vez que termine la contienda electoral, las distintas coaliciones sean convocadas para aportar proyectos e iniciativas que tiendan a asegurar la calidad de vida y el bienestar de los tucumanos. De la misma manera, prevé citar a referentes el sector privado y de los gremios públicos y privados para elaborar planes de gestión.