El 3 de febrero de este año por medio del decreto N° 234/3-(SH), Yerba Buena se aseguraba un total de más de 143 millones de pesos ($143.002.732,70). Ahora bien, ¿Cuál fue el destino de una cifra tan obscena?. Lo cierto es que se trata de un dinero gestionado por el municipio que comanda Pablo Macchiarola y cuyo fin era el de pagar la deuda exigible del servicio que presta el Consorcio Público Metropolitano para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (G.I.R.S.U.).
Cabe mencionar que el monto de la cifra es correspondiente al mes de noviembre de 2024, en el marco de las disposiciones de la ley N° 8.829. Lo cierto es que el municipio yerbabuenense se vale de que, según el decreto rubricado por el Poder Ejecutivo local, “la citada ley autoriza al Poder Ejecutivo a suscribir convenios de préstamos con las municipalidades, así como a otorgar asistencias financieras para ser destinadas a la atención de obligaciones salariales, realización de obras públicas, prestación de servicios y desarrollo de actividades culturales, deportivas y sociales”…
Justamente, es esto lo que permite que, en esa línea, los fondos millonarios gestionados fueran “transferidos directamente de la Cuenta Fiduciaria de la Municipalidad de Yerba Buena a la Cuenta Bancaria del Consorcio Público Metropolitano G.I.R.S.U.”. De esta manera, y en el marco de una penuria económica que hace estragos en el bolsillo de todos los contribuyentes, la provincia de Tucumán se hace cargo de la deuda del municipio que se supone que gobierna o tal vez desgobierna Pablo Macchiarola.
Esto último quedó plasmado en el decreto cuando señala que el estado provincial le otorga a la administración de Macchiarola una cuantiosa asistencia financiera “para atender el pago de la deuda exigible del servicio que presta el Consorcio Público Metropolitano para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (G.I.R.S.U.), correspondiente a noviembre de 2024”. En es este contexto, se hace necesaria una pregunta.
¿Qué hace el intendente con los impuestos que pagan todos los meses los vecinos de Yerba Buena y los comerciantes de la “Ciudad Jardín” para la basura?. Para colmo del escándalo, en cada boleta de la luz puede visualizarse la tasa que todos los vecinos abonan correspondiente a los impuestos municipales. El cinismo de la gestión de Macchiarola no se detiene ahí.
Y es que en los impuestos municipales, las tasas también con los correspondientes pagos, se encuentra lo concerniente a la basura. Pero resulta que eso no es todo, debido a que debe hacerse hincapié en el hecho de que todos los comercios, dentro de los cuales se ubican los numerosos emprendimientos gastronómicos de Yerba Buena, abonan una tasa diferenciada más alta para el retiro de los residuos.
Sin embargo, muy a pesar de ello, lo cierto es que, acá tenemos vecinos que todos los meses pagan su basura, o sea, el intendente de Yerba Buena pareciera destinar a otros fines semejante cantidad de dinero. De lo contrario, no se entiende que causa podría haberlo llevado a solicitar un préstamo más que generoso y que sale de las exhaustas arcas provinciales, sobre todo, en tiempo de ajuste.
Un espurio y reprochable accionar que se repetiría mes a mes como si se tratara de algo natural. Es por ello que se redobla la necesidad de preguntarse acerca de qué es lo que hace Pablo Macchiarola con los impuestos de Yerba Buena? Los cuales cobra a todos y cada uno de los vecinos y dentro de los cuales una tajada corresponde al tratamiento de la basura que se genera a diario en la ciudad.
En ese sentido, ¿Acaso no resulta sospechoso el hecho de que Macchiarola recaude todos los meses dinero de impuestos en general, y para el tratamiento de residuos en particular? Sobre todo, considerando que es la provincia la que está depositando sin cesar directamente en las arcas del municipio de Yerba Buena. ¿Cómo puede ser que la gestión oficialista de Yerba Buena deba tanto dinero al G.I.R.S.U. si recauda siempre?
¿Cómo puede ser que el municipio tenga la osadía de solicitar desde hace tiempo ya nada menos que una asistencia financiera al Poder Ejecutivo? Se trata de un tema de gravedad, más considerando que la tasa cobrada a los comercios de Yerba Buena es bastante superior a la abonada por los residentes de la “Ciudad Jardín”. Entonces, ¿A dónde va a parar ese dinero de los contribuyentes y manejado por el intendente para tener que pedirle ayuda al gobernador?
Como si todo esto no resultara lo suficientemente indignante, cabe recordar que existiría una doble imposición de impuestos, teniendo en cuenta lo que cobra la empresa de electricidad EDET en su factura en lo que hace a la tasa, que en algunos casos pueden generar una percepción de cobro duplicado para el usuario.
En Tucumán, existen impuestos y tasas municipales que se aplican a la factura de EDET, y en algunos casos, la forma en que se cobran estos impuestos puede generar la percepción de doble imposición. Lo cierto es que existe mucha gente que desconoce este hecho y cuando va y paga los impuestos municipales todos los meses o de manera bimestral, en el municipio no le realizan el descuento ya abonado por intermedio de la boleta de la luz, lo cual conllevaría la doble imposición y no siempre es fácilmente perceptible para el ciudadano de a pie.
Entonces es un doble cobro que existiría, por lo cual se acentúa todavía más saber qué es lo que realmente hace con los impuestos que cobra en Yerba Buena el intendente Pablo Macchiarola, tanto a residentes como a comerciantes.
Sobre todo, considerando el gran negocio que puede llegar a ser la basura en un municipio en el que abundan los locales gastronómicos, por lo que la respuesta es urgente de parte del mandatario municipal.
