Javier Milei jurará hoy como presidente y, así, pasará a la historia como el outsider ultraliberal que llegó a la Casa Rosada tras una carrera meteórica en la política argentina. Cuando le hable al país, el líder libertario dirá que viene hacer, no solo un viraje total respecto al gobierno que se va, sino también “un nuevo contrato social” y un giro hacia la derecha inédito en los últimos cien años.
En la mesa chica de Milei deslizan que el mandatario electo dirá que viene a inaugurar “un cambio de época” porque ese fue el “mandato popular” que emitió la ciudadanía al votarlo. “La sociedad lo eligió para hacer un nuevo contrato social. Llegó la hora de abandonar el modelo colectivista y volver al orden liberal”, dijo un estrecho colaborador del líder de La Libertad Avanza (LLA).
Milei trae con sí otra novedad y es que en todo momento, tanto en la campaña como en las semanas de transición, dijo que el cambio de shock que él propone traerá aparejado un sufrimiento económico. Por eso se espera que el líder libertario haga, el día uno, un crudo relato de la herencia recibida y del punto de partida de su mandato: debe persuadir a la sociedad de que lo siga acompañando en el dolor porque -supuestamente- solo así se encontrará una verdadera solución a la crisis.
Toda la puesta en escena que armaron los libertarios para hoy está cargada de un fuerte simbolismo. La ceremonia de asunción tendrá una innovación significativa, porque Milei no le dedicará un discurso a la Asamblea Legislativa. En los 40 años desde el retorno de la democracia nunca había pasado que el presidente electo no se dirija a los diputados y senadores tras recibir los atributos de mando del jefe de Estado saliente.
El líder libertario, en cambio, le dará un mensaje a la gente que emitirá desde las escalinatas del Congreso. En sus redes sociales, Milei convocó a sus seguidores a que se acerquen a escucharlo con banderas argentinas. Él le quiere dar la espalda a la casta -que es la política tradicional encarnada en los legisladores nacionales- y ratificar que su contrato es directo con el pueblo, sin intermediarios. Ello pese a que necesita tejer acuerdos en el parlamento para tener gobernabilidad.
De acuerdo al cronograma de Casa Militar, el discurso frente a la multitud no será extenso (Milei no se caracteriza por las alocuciones largas). Luego el presidente electo se trasladará hasta la Casa Rosada, presuntamente, en un auto descapotable provisto por un coleccionista privado. Allí saludará a los presidentes extranjeros invitados y le tomará juramento a sus ministros.
El discurso
Según pudo reconstruir LA NACION, Milei planteará en su discurso que con él se iniciará un cambio de época en el país. Además, dejará constancia de lo que, a sus ojos, es “la peor herencia de la historia”. “Vamos a hablar de la herencia entendida, no solo como la tragedia de los últimos cuatro años, sino como un modelo de despilfarro de los últimos cien años que hay que cambiar de raíz”, dijo un estrecho ladero del libertario.
El presidente electo cree que el 56% de los votos del balotaje son un capital político suficiente para implementar políticas de shock y transitar los meses más dolorosos en términos de crisis económica e inflación. “Para esto lo votaron”, repiten incansablemente cerca de Milei. Esa es la lectura que hacen en el búnker de LLA, en donde están convencidos de que la ciudadanía aceptará los coletazos de un plan que, entre otras cosas, va a “sincerar” los precios de la economía.
Así, Milei buscará convencer al público de que el camino de la liberalización económica es el único posible. “La salida es dura, pero si hacemos lo que hay que hacer, hay luz al final del camino. Ese es el mensaje”, apuntó un ladero del líder de LLA.
Primera semana
El líder libertario tiene entre manos proyectos de alto impacto, divididos en tres capítulos: una reforma del Estado, una desregulación de leyes económicas y una reforma política. El compendio incluye, entre otros puntos, el achicamiento de la administración pública, la liberalización de sectores de la economía, la simplificación del sistema impositivo, modificaciones en los contratos laborales, la privatización de empresas estatales y la eliminación de las PASO. El líder libertario viene trabajando en la redacción de las iniciativas con documentos que circulan entre sus ministros y los estudios jurídicos que colaboran de forma externa.
Según pudo saber este medio, Milei tiene previsto hacer tres movimientos en sus primeros días al frente del gobierno. Por un lado se espera que Luis Caputo, nuevo ministro de Economía, emita un mensaje al inicio de la semana (dirigido a los mercados) en donde anuncie las primeras medidas de urgencia, económicas y monetarias.
Por el otro, Milei va a promulgar un extenso decreto de necesidad y urgencia (DNU). Allí incluirá, además de la normativa para modificar el organigrama nacional, todos los puntos del extenso listado de reformas que supuestamente no necesitan pasar por el Congreso. Los abogados que trabajan con LLA estuvieron haciendo un peinado fino de los proyectos para desagregar cuáles pueden salir por decreto sin que aparezca un planteo legal.
En tercer lugar, Milei convocará a sesiones extraordinarias. En el temario incluirá su proyecto de “ley ómnibus” con todas las iniciativas que requieren tratamiento legislativo.
En LLA hubo intensas discusiones en los últimos días acerca de la conveniencia de mandar el paquete dividido en varios proyectos para facilitar su tratamiento legislativo. Pero finalmente se impuso la idea de hacer un solo texto con todo el articulado.
El proyecto único será una suerte de “declaración de principios” de Milei al inicio de su gestión. Aún cuando, con su temeraria jugada, podría recibir su primer revés legislativo si no cosecha las voluntades que necesita de otros partidos políticos.