Ya habían llegado a sus oficinas el Presidente, también su principal estratega, Santiago Caputo y toda el ala de comunicación de Gobierno.
El tiempo corrió extraño en el instante en que Manuel Adorni empezó su conferencia de prensa, media hora después del accidente, pero con una noción escasa de lo que acababa de suceder. Se concentró en el mensaje que querían consolidar sobre el paro general. Cuando el vocero se retiraba, un periodista de la web de TN le pidió información. Él se limitó a no responder. Pocos minutos más tarde y con la certeza de que no había fallecidos, la estrategia oficial fue contundente: seguir de cerca la evolución del siniestro pero alejarlo todo lo posible de la Rosada.
La información y el seguimiento quedó en manos del secretario de Transporte, Franco Mogetta. Ni el Presidente, ni su vice, ni su vocero, publicaron nada en sus redes del choque. Milei, de hecho, siguió posteando datos alentadores de la economía durante toda la tarde.
Quién está detrás de los trenes
Los primeros datos post accidente revelaron un detrás de escena desastroso. Desde hace años, el sistema ferroviario sufre el robo de cables, lo que arruina el funcionamiento de los semáforos que utilizan los motorman para guiarse. Los cables son un insumo caro y más si son de cobre, y más, si hay crisis económica. En los trenes hay una oportunidad única de robar largas longitudes de ese material sin ser atrapado. Nadie explicó nunca por qué, a un problema tan viejo y tan usual, no se le encontró un mecanismo de seguridad eficaz.
Para operar, Trenes Argentinos compra stock de cables de repuesto. El San Martín, según las palabras de Omar Maturano, de La Fraternidad, llevaba diez días operando sin semáforos por falta de reposición de cables. ¿Qué pasó con esas compras? ¿Están al día las contrataciones para insumos de mantenimiento o también están detenidas mientras se terminan las auditorías que se están haciendo en la empresa como en todos los organismos del Estado? Preguntas.
A cargo de la operación de Trenes Argentinos hay un funcionario de Alberto Fernández. Se llama Adrián Luque, era el director de jurídicos de la empresa estatal y quedó como Presidente en la gestión Milei. ¿Por qué sobrevivió al cambio político? La respuesta es muy casta: Luque es de San Miguel y supo ser concejal massista, pero su vínculo más productivo es con otro personaje de ese distrito, Fabián Carballo, empresario del rubro ferroviario que sabe operar desde hace años de los dos lados del mostrador. Carballo es íntimo amigo del padre del diputado libertario, Agustín Romo. Luque – Carballo – Romo. Así fue que ganó su destino.
El funcionario no apareció en todo el día públicamente. Esa tarea quedó a cargo del secretario de Transporte, Franco Mogetta. Entre las preguntas incómodas, también está el rol de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte que orbita sobre trenes, ómnibus y camiones de todo el país. Su titular es el cordobés Edgar Pérez, el hombre al que hace apenas 48 horas Patricia Bullrich llamó “viejo caradura” cuando quiso usar su tarjeta SUBE para subirse a un colectivo en pleno paro de la CGT y se dio cuenta que no tenía saldo. La anécdota, claro, se hizo viral. Hoy, Pérez tampoco apareció públicamente y el último posteo en redes sociales del organismo que controla a los trenes es del jueves, cuando salió a fiscalizar el cumplimiento de las líneas de colectivos que funcionaban. ¿Estaba la CNRT controlando la seguridad del funcionamiento del sistema ferroviario?
Protocolo de Precaución
Por el robo de cables, los maquinistas ya están acostumbrados al uso de procedimientos alternativos. Les autorizan por handy la liberación del camino. Hay una torre de control en Retiro que concentra la información que envían los operadores de todas las estaciones. Los trenes tienen el sistema cerrado de radio más grande de la Argentina después de la policía bonaerense.
Ningún conductor sale sin permiso de vía libre. Cuando no funcionan los semáforos, se activa la conducción con nivel de precaución: esa fue la condición que evitó una tragedia hoy a la mañana. Ese protocolo de precaución les impide ir a más de 40 km/h. Si no lo hubiesen cumplido, es posible que la formación hubiese andado a 80 km/h a la altura del puente en Palermo en que sucedió el choque. Las consecuencias hubieran sido inimaginables.
Mientras tanto, la Ley Bases
El impacto del choque no frenó la gestión por la ley Bases, que concentra la atención casi total de la operación política del Gobierno. El ministro Francos, Santiago Caputo, Karina Milei y Martín y Lule Menem militan individualmente cada uno de los frentes abiertos en el Senado. El Presidente todavía es delicado en sus afrentas contra los legisladores indecisos. Hay enviados a conversar con Martín Lousteau (al que naturalmente lo dan por perdido), y se alteran por el resto del grupo radical en la Cámara Alta. Es, hasta ahora, su preocupación medular.
Los secretarios de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo y de Trabajo, Julio Cordero, expusieron ante la reunión plenaria de comisiones del senado que trata la Ley Bases.
El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, por su parte, implicó una gestión de alta complejidad. Intentaron convencerlo hasta el final. Pero este miércoles, por teléfono, cuando el ministro del Interior, Guillermo Francos, estaba dispuesto a ofrecerle un encuentro uno a uno con Javier Milei, el santiagueño cerró la conversación antes de empezar: “esta no te la voto”. Tiene tres senadores que tentaban mucho a los números del oficialismo. El encuentro con el Presidente, claro, quedó para otra oportunidad.
“Todavía no nos preocupamos, la semana que viene no sé”, se sincera un altísimo funcionario del Gabinete a cargo de gestionar el triunfo de la ley. A nadie le preocupa demasiado el destino del impuesto a las ganancias. Están encontrando alguna salida. Pasó algo insólito en los cuestionamientos al paquete fiscal, el salteño Juan Carlos Romero, autor de movimientos importantes a favor de los libertarios en la Cámara Alta, avaló a Guadalupe Tragliaferri cuando la senadora del PRO cuestionaba un artículo del blanqueo que permitiría sincerar plata negra “a los testaferros”. “Ojo que acá se está haciendo la trampa antes que la ley”, dijo Romero. El final está abierto. Tienen ganados los votos para la aprobación general. Nadie apuesta por el devenir de la discusión en particular de los artículos de la norma.
Los invitados al Pacto de Mayo
El operativo de la ley está muy vinculado al Pacto de Mayo. Hay muchas decisiones sin tomar todavía sobre este hito simbólico que construyó el estratega, Santiago Caputo. ¿Invitarán a todos los Gobernadores o perseverará la idea de desinvitar a los díscolos que no apoyen la votación de la norma? A esta hora es una decisión no tomada. Pero en una reunión de este miércoles en la Rosada, decidieron invitar a todos los ex Presidentes vivos. Incluidos, atención, Alberto Fernández, Cristina Kirchner y hasta Isabel Perón que jamás volvió a hablar desde su exilio en España. Nadie espera que ella viaje. Tampoco esperan que Alberto y Cristina aparezcan, pero las invitaciones saldrán a su nombre. También por supuesto, a Mauricio Macri y Eduardo Duhalde.
Cristina Kirchner en la ceremonia de traspaso de mando de Javier Milei en el Congreso de la Nación
Autoridades de la iglesia, de la justicia, empresariales, sindicalistas, militares. “Vamos a invitar a todos”, asegura un funcionario a cargo del plan. El texto del pacto tendrá la misma estética que el acta de la independencia y la misma intencionalidad refundadora. El plan avanza, como se sabe, con ley o sin ley aprobada. Hay un disfrute del win win. Como describe el politólogo, Pablo Knopoff: “El Gobierno logra rédito narrativo convocando al pacto casi sin importar el resultado porque el dilema que plantea es algo así como hacer cambios que nunca se hicieron frente a los que obstruyen ese cambio”. Su razonamiento es que “si van al pacto logra que cedan ante el cambio que plantea y si no van son los que lo obstruyen”.
Los sorprendentes resultados de las objeciones y apoyos a los candidatos a la Corte
El Gobierno guarda celosamente los resultados de las adhesiones e impugnaciones a las candidaturas de Néstor García Mansilla y Ariel Lijo a la Corte. El plazo para estas presentaciones ante el ministerio de Justicia venció el jueves y a pesar de que les corresponde publicar los resultados de modo digital, todavía no difundieron los números. Sin embargo, acá van algunos datos conseguidos después de muchas gestiones off the record: Lijo recibió alrededor de 2000 adhesiones y 150 impugnaciones mientras que García Mansilla tuvo un desempeño mejor: 2500 adhesiones aproximadamente y menos de 100 objeciones. El contenido de todas ellas debe ser publicado en los próximos días. /TN