A tono con un enero caliente, en la oposición de Tucumán arde la interna opositora. Ayer, se escribió un nuevo capítulo de esta novela que promete más novedades a medida que se acerquen unas elecciones que serán claves para el destino político de la provincia. En ese marco, se conoció que José Cano pidió la renuncia de los intendentes Mariano Campero y de Roberto Sánchez.
Los intendentes de Yerba Buena y de Concepción respectivamente, habrán quedado atónitos, pero la realidad es que este pedido realizado por el dirigente radical que perdió innumerables elecciones a manos del peronismo cuando lo dirigía con mano de hierro José Alperovich, está supeditado al hecho de que ambos mandatarios municipales se presenten a las elecciones legislativas nacionales de este año.
En definitiva, Cano no quiere que Campero y Sánchez se presenten en las PASO. En ese sentido, dijo que antes de hacerlo, deberían renunciar efectivamente a la conducción de sus municipios. Esto se debe a que, en realidad, la razón de fondo pasa por el hecho de que los intendentes impulsan un frente amplio opositor junto a Ricardo Bussi, tanto para estos comicios como para los del 2023.
La estrategia de Cano pasa por intentar interpelar a la sociedad con el hecho de que el espacio que integra forma parte de Juntos por el Cambio, es decir, un espacio nacional. Sin embargo, el otro sector de la oposición tucumana lo que pretende es tener una opción fuerte en la provincia para derrotar de una vez por todas al peronismo. Pero la resistencia en el radicalismo a incorporar a Bussi parece inquebrantable.
Es por eso que, visiblemente molesto, José Cano apuesta a una nacionalización de las elecciones apuntando a la supuesta necesidad de recuperar las bancas y crecer en términos políticos en el Congreso para evitar el avance del kirchnerismo en búsqueda de la impunidad. Con ese discurso, insiste en que a la oposición de Tucumán no le queda otra alternativa dentro del frente de Juntos por el Cambio, del cual forma parte de UCR.
Pero todo parece indicar que Campero y Sánchez no le harán caso a Cano, quien cuestionó el armado de los intendentes radicales calificando a su movida de una estudiantina. Incluso, remarcó que no se trata de voluntarismo sin decir cómo sería la explicación en torno a la manera de gobernar en una coalición tucumana en la que toda la oposición estuviera junta.
En un nuevo palo para Campero y para Sánchez, el diputado nacional manifestó que lo de los intendentes pareciera ser de otro planeta, debido a que no cree oportuno el hecho de pensar ahora en lo que será el 2023. En esa línea, expresó que como estrategia política es muy malo eso y hasta aseguró que está dispuesto a enfrentarlos en las PASO si es necesario, pero que antes, insistió, les reclamará que renuncien sus intendencias para ser candidatos.
