Luego de enfrentar una larga lucha contra el cáncer, un joven escocés falleció cuando el tumor cerebral que padecía hizo metástasis en todo su cuerpo. La sorpresa y el dolor de la familia del muchacho de 25 años se agrandó, cuando apenas 15 minutos después, la mascota del fallecido también moría, de pura tristeza.
Esta triste historia sucedió en Conagham en Clackmannanshire, Escocia. Allí Stuart Hutchison, de 25 años, había decidido mudarse para pasar sus últimos días en familia junto a su esposa Danielle, de 22 años, y sus tres perros Nero, Amelia y Nala.
Stuart fue diagnosticado con un tumor cerebral desde hace ocho años. Durante ese tiempo, el joven pasó por varias operaciones y algunas sesiones de quimioterapia que le permitieron disfrutar de algunos períodos de mejoría.
“Ingresó en el hospital para comenzar la quimioterapia a finales del año pasado y hacerse sus exámenes de cada tres meses. En un escaneo que hizo en marzo, le dijeron que la quimioterapia estaba funcionando”, relató la mamá del joven, Fiona Conagham.
Sin embargo, el mes pasado, la enfermedad comenzó a afectar uno de los brazos del joven, por lo que los médicos hicieron un nuevo estudio. Los resultados fueron desalentadores: el cáncer había ocupado todo su cerebro y logró expandirse a sus huesos y pelvis.
El joven británico falleció el pasado 11 de agosto. A pesar de la dolorosa pérdida, no estaban preparados para que apenas 15 minutos después de la muerte de Stuart, su mascota también muriera.
“Nero era el perro que siempre estaba con él”, indicó Conagham, adolorida y sorprendida a la vez. Según estimó, su hijo murió alrededor de las 13.15 mientras que el bulldog francés lo hizo a las 13.30 de forma inexplicable.
La madre de Stuart señaló que su nuera está “desconsolada” por perder a sus dos compañeros. “Fue algo muy fuerte”, consideró.
