Luego de la carta qué los grupos de acreedores externos con Black Rock a la cabeza enviaron al gobierno argentino, el ministro de Economía, Martín Guzmán dio una entrevista a Bloomberg TV y realizó aclaraciones que terminaron oscureciendo aún más el panorama. Y es que el funcionario nacional ratificó nuevamente la oferta vigente y volvió a plantear que nuestro país no puede pagar más de lo que ofreció la última vez.
Según manifestó Martín Guzmán, Argentina ya realizó un “esfuerzo significativo” en poco más de medio año que lleva la negociación con los bonistas internacionales. Para reforzar su postura, hizo hincapié en el hecho de que, en esta negociación no sólo números están en juego, sino sobre todo la vida de la gente, así como las condiciones que enfrentará el país de aquí en adelante. De esta manera, el Gobierno se mantuvo firme en su posición respecto de que no habrá cambios.
“No queremos comprometernos a algo que no vamos a poder cumplir. En el pasado se hicieron las cosas mal en ese sentido, ahora las queremos hacer bien”, subrayó Martín Guzmán. Lo que parece ignorar el ministro de Economía es que sus declaraciones no hacen más que poner un manto de incertidumbre muy grande en medio de un escenario de vacilación. De hecho, esto quedó plasmado en los resultados de la jornada financiera de ayer.
Y es que cayeron acciones y bonos a raíz de la mayor incertidumbre en torno a la deuda. Un escenario en el cual las declaraciones de Martín Guzmán fueron poco felices por lo inoportunas. Incluso, hasta el Riesgo País volvió a subir y se instaló en los 2253 puntos porcentuales, de acuerdo al Banco JP Morgan. En la entrevista concedida, el ministro sólo aceptó que estará dispuesto a cambiar algunos aspectos legales para acercarse a lo que los acreedores desean.
Pero lo relativo a los términos contractuales que los bonistas internacionales pretenden, no reemplaza a su pedido de mejorar la oferta por parte de Argentina. En lo que parece ser a esta altura ya una especie de manotazo de ahogado, Martín Guzmán volvió a presumir con el apoyo que tiene de parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). A propósito de este organismo, también brindó detalles de lo que será su relación de aquí en más.
Y es que el mercado también intuye que el Gobierno nacional tendrá que negociar con el FMI un nuevo programa. En esa línea, el ministro de Economía dijo que comenzarán un diálogo con el organismo luego de que finalice la renegociación de la deuda con los acreedores privados. También, subrayó la necesidad de “alcanzar una consolidación fiscal que le permita a la economía recuperarse” para poder hacerle frente a la reactivación post pandemia.
Y es que la crisis desatada a causa del coronavirus generará una caída de la actividad económica que será del 10% como mínimo. Por ello, el ministro dijo que “a raíz del COVID-19, nos llevará más tiempo llegar al equilibrio fiscal, pero es nuestro objetivo”. Y aseguró que buscarán una reforma impositiva armonizada con el fin de hacer “más robusto el sector fiscal”. El ministro debería entender que es el momento de que la presión impositiva deje de asfixiar al sector productivo y a la clase media.
