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La canallada de José Alperovich y Beatriz Rojkés

El ex gobernador procesado por abusar sexualmente de su sobrina y su esposa menosprecian a las víctimas de este tipo de delitos.

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Beatriz Rojkés y José Alperovich (Archivo)
Descacharreo

José Alperovich fue procesado por nueve hechos de abuso sexual y violación contra su sobrina y asistente cuando todavía era senador. El juez consideró que el testimonio de la víctima y las pruebas presentadas son suficientes para que el ex gobernador de Tucumán enfrente un juicio. En las 419 páginas de la resolución están relatados los abusos, las violaciones y las amenazas de Alperovich contra su sobrina 36 años menor que él.

Beatriz Rojkés, esposa del ex senador, decidió defenderlo y atacar a otras mujeres: “Hay un grupo del feminismo que está actuando con todo lo que nosotros estábamos en contra de la actitud de los hombres y lo que está logrando es perjudicar los derechos de las mujeres”. “¿Por qué volvería si se sentía tan mal y abusada?”, agregó Rojkés. Este planteo es el que se usa para descartar las denuncias de abuso y mantener este delito en la impunidad.

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La defensa de Alperovich -encabezada por el abogado Mariano Cúneo Libarona– también fue por esa línea: “Cualquier mujer que un señor la ataca reacciona”, dijo. La pericia psicológica del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema realizada a la sobrina habla de la “indefensión aprendida” (síndrome por el cual una mujer que fue abusada o violentada no lo exterioriza y se somete a los ataques), “identificándose por momentos con el agresor, generando vivencias de culpa y sometimiento, como forma de sostener el dolor intrapsíquico”.

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El juez retoma este concepto que explica cómo una mujer violentada por una persona de autoridad a la que se le tiene afecto teme no ser creída, la necesidad de identificarse con el agresor para justificarlo hasta que no lo puede justificar más. La socióloga Inés Hercovich, autora de “El enigma sexual de la violación”, “La violación sexual: Cuando consentir es resistir” y “Las oprimidas sospechadas”, lo explica claramente.

“Los mitos construidos en torno a las violaciones sexuales suponen que ocurren en descampados o lugares oscuros y las cometen desconocidos con brutalidad y que la víctima tiene que resistirse… En esos imaginarios presta consentimiento por adelantado la víctima que seduce, rendirse es consentir durante; y no huir inmediatamente o no denunciar rápido es consentir con posterioridad”, manifestó.

“Por qué volvías cada verano” se llama el libro en el que la periodista Belén López Peiró cuenta los abusos que sufrió durante años por parte de su tío que no llegó a gobernador, pero sí a ser el comisario del pueblo.

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