Los rubros que integran la canasta básica de los jubilados son alimentos, productos de higiene, limpieza, medicación e insumos de farmacia, impuestos, servicios, transporte, vestimenta, gastos de vivienda y recreación. Durante el último año, el total de estos ítems tuvo un aumento del 42,2% y la canasta básica de los abuelos se ubicó muy por encima del 36% de inflación.
Según un informe de la Defensoría de la Tercera Edad porteña, la canasta básica de los jubilados ya alcanza los $64.039 mensuales, y es impulsada por el alza de precios de alimentos, medicamentos y servicios de la vivienda.
El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, advirtió que se mantiene un “desfasaje con los haberes de alrededor de 4.500.000 jubilados y pensionados que perciben una remuneración mínima de $20.500” y dijo que la mayoría de los adultos mayores “apenas alcanzan a cubrir un 30% de las necesidades básicas”.
Se estima que alrededor de 2 millones de jubilados perciben haberes medios cercanos a los $40.000 y advirtió que más del 80% de los mayores no puede cubrir sus necesidades básicas, inclusive en aquellos casos en los cuales se perciben 2 haberes (jubilación y pensión).
Ante esta situación, el ombudsman pidió un “ajuste de emergencia” para que los jubilados puedan mejorar su calidad de vida. Hasta el momento, desde el Gobierno Nacional sólo se decidió otorgar durante abril y mayo, un bono extraordinario de hasta 1500 pesos para aquellos jubilados y pensionados cuyos haberes mensuales no superen los 32 mil pesos.
