En el auto de elevación a juicio oral y público de una parte de la causa cuadernos, los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo demostraron que los casi 70 millones de dólares en coimas que Daniel Muñoz blanqueó pasaron por bancos de EE.UU. Allí los fiscales señalan que el departamento de Justicia de EE.UU. mandó dos pormenorizados informes con todas las cuentas bancarias que habían abierto Muñoz, su viuda Carolina Pochetti y sus testaferros en bancos norteamericanos y los bienes inmuebles y autos de lujo que compraron, en una investigación que las autoridades norteamericanas denominaron “Operación Tango”.
Al margen de esta colaboración del departamento de Justicia, un fiscal de EE.UU. analiza si eventualmente también imputa por lavado en EE.UU. a los procesados en la Argentina, entre otras señales de avance sobre la red y los prestanombres de Muñoz. El siguiente paso sería que EE.UU. pida eventualmente cooperación a la Argentina.
La maniobra de lavado que empezó en la Argentina tuvo lugar, también, en territorio norteamericana y los procesados en la Argentina ya están más preocupados por la posibilidad de que en el futuro la Justicia de EE.UU. pida su extradición, como pasó con el FIFAgate.
Los procesados que los fiscales pidieron que vayan a juicio oral son Carolina Pochetti, Elizabeth Ortiz Municoy, Sergio Todisco, Carlos Temístocles Cortez, Juan Manuel Campillo, Leonardo Llaneza, Rubén Llaneza, Marcelo Danza, Osvaldo Parolari, Elba Municoy, Carlos Gellert, Miguel Ángel Plo, María Jesús Plo, Federico Zupicich e Isidro Bounine. Mientras pidieron al juez federal Claudio Bonadio que dicte el sobreseimiento de Gastón Campillo, sobrino del ex ministro de Economía de Santa Cruz.
Por ejemplo, Alejandro Burzaco, el ex titular de Torneos y Competencias, fue acusado en EE.UU. por los pagos de coimas a través de bancos norteamericanos a dirigentes de la FIFA. Es el parangón argentino de los narcotraficantes “extraditables” de Colombia que prefieren ser condenados en su país antes de ser sometidos a la rígida justicia norteamericana.
En los informes de la “Operación Tango” se detectaron que los testaferros del ex secretario privado de los Kirchner destinaron parte de aquellos fondos provenientes de coimas pagadas en la Argentina “a la adquisición de bienes en el extranjero, concretamente catorce inmuebles ubicados en Miami y Nueva York, EEUU, disimulados a nombre de al menos doce personas jurídicas constituidas y radicadas en los EEUU y en las Islas Vírgenes Británicas”. Entre ellos, el famoso piso en el clásico hotel Plaza de Nueva York que pagaron 12 millones de dólares.
Algunas de las transferencias de plata negra que están bajo la lupa de EE.UU. y están descriptas con todos los detalles. Algunas de las más importantes son:
– Transferencias del 3 de septiembre de 2013 por un millón de dólares a la cuenta denominada Iñaki Saizarbitoria de Miami.
– Carlos Temístocles Cortez y Leonardo desde la empresa New Dreams LLC libraron tres cheques por un total de setenta y cinco mil dólares.
– Entre abril de 2015 y enero 2016, Cortez, por intermedio de Zulmen International Inc. efectuó transferencias a cuentas radicadas en Wells Fargo bank, Florida.
– El 5 de mayo de 2015 Free Experience INC. recibió una transferencia por un millón novecientos cuarenta y cuatro mil treinta y un dólares ordenada por Michael Strauss.
– Sergio Todisco realizó una transferencia desde una cuenta en la banca privada de Andorra por un monto de cien mil dólares a una cuenta perteneciente a Harbor Golden inc., en el bank of América.
En el escrito de Stornelli y Rívolo se destaca la “participación secundaria” de otro ex secretario privado de Cristina, Isidro Bounine, quien colaboró en el proceso de “reconducción de fondos ilícitos, asesorando a Muñoz, tras la investigación de Panama Papers”. Se trata de un personaje clave que sigue cerca del entorno de la ex presidenta.
En la causa de Muñoz, abierta por una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans, se encuentra un oficio de la Unidad de Información Financiera (UIF), que dirige Mariano Federici, en el cual se informa que el departamento de Justicia de EE.UU. autorizó“la utilización en este proceso de la prueba y documentación remitida en el marco de la causa 3867/16, conexa a la presente”.
Gracias a la colaboración norteamericana se consiguió la pista que permitió descubrir que el abogado Miguel Pló había ayudado a Pochetti a comprar un terreno de 30 millones de dólares en las paradisíacas islas de Turc and Caicos donde planeaban construir un resort de lujo. El exhorto del juez Bonadio llegó antes que un pedido de la Corona Británica y la Corte Suprema de ese protectorado británico aceptó embargar los terrenos que, una vez que haya condena, se podrán rematar y recuperar parte del dinero robado al Estado. El juez también ordenó el embargo y congelamiento de las cuentas bancarias registradas en el HSBC, Regions Bank, Crown Banking y Wells Fargo Money, entre otras cuentas de los imputados.
Más adelante, los fiscales citan el informe de inteligencia n° 58/2019 de la UIF con el detalle de los bienes de Bounine. Allí figura “el proceso de compra de la casa ubicada en el partido de Tigre, efectuada el 29/10/2014, por un monto de USD 300.000, abonado mediante certificados de depósitos para inversión (cedines) y la constitución de una hipoteca, por $3.900.00, en favor del acreedor, quien sería investigado en la causa denominada “ruta del dinero k””.
Luego del paso por la función pública, Bounine fue socio fundador de las empresas: Topico, Apoll servicios integrales, Epico propiedades y Migso srl, entre otras.
El secretario de la expresidenta Isidro Bounine detenido / (Foto EMMANUEL FERNÁNDEZ)
Bounine, que fue secretario privado del ex titular de la SIDE, Chango Icazuriaga antes de pasar a secretario privado de Cristina, “¿se metió solo en la operación para desarmar las empresas fantasma de Muñoz en EE.UU. o actuó por encargo?”, se preguntó una fuente judicial. En su indagatoria, Bounine, por otra parte, confirmó cómo eran maltratados los colaboradores de Néstor. “A Muñoz por ejemplo, lo agarraba de la oreja si dormía en el avión o lo despertaba de un cachetazo. Yo no fui muchas veces víctima de maltrato porque mi mamá me enseñó a ser digno”, agregó en a la alusión a la interna político-personal de los K.
En cuanto a los vínculos políticos con el kirchnerismo, el operador inmobiliario Sergio Todisco -otro de los procesados- reveló que en el “2015 cuando la presidenta Cristina Fernández fue a visitar la fábrica de mi familia “Mauro Sergio” yo no figuraba en el directorio. Mi papá me sacó hasta la obra social”. Luego,Todisco estimó que en “el momento de las compras de inmuebles, Muñoz recaudaba en Buenos Aires 500.000/1.000.000 u$s por semana, que retirábamos y mandábamos a la cuenta del abogado, hasta que cerrábamos la operación”.
En su indagatoria, Pochetti dijo que Muñoz le reveló una vez que “estaba poniendo la plata en ladrillos, que tenía que invertir, que tenía que poner la plata en ladrillos, como dice el jefe´. Yo entendía que la plata venía de ahí. En realidad no sé si la plata era de Néstor (Kirchner) o si la compartían. Es un secreto que se llevaron los dos a la tumba”. En ese sentido, el ex ministro de Economía de Santa Cruz, Juan Manuel Campillo, refirió una charla con Muñoz. “Cuando me refiero a sus legítimos dueños (de la plata negra), si bien no lo dijimos puntualmente, se dio por sobre entendido y estaba ‘en el aire’ que eran de Néstor y Cristina. Yo le repetía, desarmá reintegralos y se te solucionan todos los problemas. Campillo finalizó: “con la muerte de Muñoz se dio una especie de “silencio de final””.