Opinión:
Por Gabriela Gatica.
Estratega y analista política, especialista en investigaciones sobre corrupción.
La justicia tucumana tembló en la mañana con la destitución del Juez Stoyanoff y el inicio del juicio contra el ex fiscal Carlos Albaca por el caso Lebbos. Pero parece que esto es la antesala para el cimbronazo en la corte suprema. En donde parece haber movimientos luego de una elección agitada.
Al parecer la jueza Claudia Sbard ocupa un espacio virtual con perspectiva de género,pero con poca gestión al momento de administrar justicia, ya que elige no confrontar a nadie y eso molesta, y más en una provincia donde la justicia es la ficha clave en la política.
Sin embargo, una aparente renuncia inesperada se daría en ese ámbito, y nos referimos al juez Daniel Oscar Posse, que según dicen se iría a Europa. Y en su lugar entraría el controvertido Dr. Daniel Leiva. Que además, como dato de color, no lo eligio el gobernador Osvaldo Jaldo, sino que habría sido el Jefe de Gabinete Juan Manzur. Las discusiones de quién tiene el poder es para otra columna.
Pero lo curioso de estos movimientos que son parte del tablero post electoral, es que el sistema continúa igual para los civiles. La justicia sigue siendo un proceso lento como una tortuga, que no administra la justicia para sus víctimas, sino más bien archiva causas, porque no condicen con el tiempo del dolor. Revive heridas en las familias y deja vacíos que no tienen manera de ser llenados.
Recordemos el Caso Dumont con causas caducas.
Recordemos el caso de Milagros y Benicio, luego de horas de luchas caminadas por su madre. Recordemos el caso de Morena, que no pudo vivir una vida. Recordemos el caso de Pamela Laime, después de 15 años se supo que estaba muerta, y por un policía retirado que tenía sus archivos privados pero que en el camino se perdieron todas las pruebas.
Y sólo por recordar algunos de los tantos casos sin resolver que duermen en mundos de papel empolvado dentro de las fiscalías. Archivos eternos llenos de dolor que es probable que terminen en la pila de casos archivados, porque simplemente caducaron.
Esperemos que estos cambios, no sean solo políticos, quizás sea un poco vana la esperanza por los movimientos que se dieron, pero la esperanza es lo último que se pierde.
¿Será Justicia?
