En tiempos de campaña política, a los postulantes pareciera atacarlos una especia de memoria selectiva o bien una suerte de amnesia conveniente cuando se trata de borrar con el codo lo que escribieron con la mano. Este no sólo afecta a los políticos más avezados, sino que también parece afectar a los nuevos o recién iniciados, como es el caso del titular de la Sociedad Rural Tucumán, Sebastián Murga.
Esto se debe a que el referente del espacio político CREO, que participará de la interna de Juntos por el Cambio apoyando la lista que lleva a los intendentes Mariano Campero y a Roberto Sánchez, realizó una publicación en sus redes sociales en la que mostró una evidente doble vara para medir al resto de la dirigencia política, en un esfuerzo por intentar diferenciar a lo que terminó pareciéndose mucho.
Y es que el presidente de la SRT manifestó que “Me rebelo a que los dirigentes piensen en candidaturas testimoniales”. Ahora bien, cabe preguntarse entonces: ¿Acaso no se da cuenta de que ese es precisamente el caso de los mandatarios municipales de Yerba Buena y de Concepción a los que él acompaña y apoya en la lista que competirá en las primarias? Pero eso no es todo.
Sebastián Murga también publicó que “me rebelo a que los funcionarios elegidos por el voto no concluyan su mandato y ya piensen en postularse a uno nuevo”. Es decir, incluso en el caso de que Mariano Campero y Roberto Sánchez decidieran renunciar a sus respectivas intendencias en caso de ser electos como congresistas, ellos estarían incumpliendo la máxima dada a conocer por parte del titular de la SRT.
En definitiva, Sebastián Murga no pareciera reparar en este hecho ya que expresa, pero actúa de otra forma poniéndose al lado de dos personas como Campero y Sánchez que, o se tratan de candidatos testimoniales, o bien ambos intendentes desde su lugar en la política se encuentran haciendo campaña para otro cargo. De una forma u otra, el presidente de la SRT posee una doble moral.
Y es que utiliza un criterio que sostenía antes pero que ahora decide cambiar por el solo hecho de que apoya a dos dirigentes políticos con los que se alió de cara a las primarias del mes de septiembre. Está claro que el interés por ganar diluye aún más las cuestiones institucionales. Y es que los mismos que antes criticaban este tipo de postulaciones, ahora las implementan sin la más mínima vergüenza o autocrítica como es el caso de Sebastián Murga.
En ese marco, una pregunta queda flotando en el aire: ¿Dejarán sus provechosos puestos de intendentes de la Ciudad Jardín y de la Perla del Sur en caso de ser elegidos como congresistas? Mientras que, en lo que hace a Sebastián Murga, se le puede aplicar aquella frase que una leyenda urbana atribuye a Groucho Marx: “Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”.
