“En la Argentina no hay hambre”, sentenció sin vacilar la vocera del Presidente, Gabriela Cerruti, unos días atrás. Este jueves, en su conferencia de prensa, minimizó además el impacto de la pobreza en los más chicos. Sin embargo, según datos oficiales procesados por investigadores privados, es imposible que el Gobierno oculte la foto más dramática antes de las PASO: hay más pobres que hace un año y la cantidad de niños con hambre crece.
El Indec publicó las bases de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares correspondiente al primer trimestre de 2023. Se trata de datos oficiales en bruto. Los investigadores de ExQuanti calcularon en base a esos números cuál sería la evolución de la pobreza e indigencia en adultos y en niños. No hubo sorpresas. Por la inflación, esos flagelos se dispararon.
Según los especialistas, la pobreza fue en el primer trimestre de este año de 38,7%. Se trata de un aumento de 4,4 puntos porcentuales con relación al mismo período de 2022 (34,3%). Esto implica que, en un año, se sumaron a la pobreza 1.169.808 personas en el territorio urbano del país, donde mide el Indec. Si se proyecta este número a todo el país, podría hablarse de 2 millones de pobres nuevos. Vale aclarar que estos datos son incontrastables con los que el Indec publica en sus estadísticas, ya que el organismo trabaja sobre semestres en su informe. Por otra parte, las comparaciones deben hacerse entre trimestres impares o entre trimestres pares para evitar distorsiones por el aguinaldo.
A pesar de la ayuda social dispuesta, a la indigencia ingresaron 208.797 personas, en un salto anual que fue del 8,2% en el primer trimestre del año pasado a 8,8% en este, según el documento de ExQuanti.
Esto implica un trago complicado para el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa. Si se compara el tercer trimestre de 2022 –cuando se hizo cargo del Palacio de Hacienda– con el primero de 2023, se da un salto en la pobreza y en la indigencia, según los datos oficiales, de un punto (de 37,7% a 38,7% y de 7,8% a 8,8% respectivamente).
La foto es abrumadora para el futuro del país. Pese a los dichos de Cerruti, no solo crece la pobreza entre los más chicos, sino que también lo hace el hambre, o sea, la indigencia. El porcentaje de pobreza infantil en el primer trimestre de 2022 era de 48,1% y se disparó a 55,7% en el mismo período de este año. Es un salto de 7,6 puntos porcentuales. Esto implica que 618.979 chicos cayeron en la pobreza en tan solo un año.
La cantidad de chicos indigentes pasó de 967.111 (12,1%) en el primer trimestre de 2022 a 1.059.964 (13,2%) en el mismo período de este año. Son 92.853 niños y adolescentes que hace un año no tenían hambre y que ahora no acceden a una canasta mínima de alimentos.
Malos números
Las proyecciones sobre la pobreza en la Argentina ya eran malas, pero auguran un futuro aún peor. La Universidad Católica Argentina (UCA) proyectaba un 39,3% de pobreza para el primer trimestre de este año y una indigencia de 8,1%, según pudo saber LA NACION. El Cedlas estima que la pobreza llega a 39,8% en el período octubre-marzo. Pero incluso hay perspectivas más oscuras: al proyectar los microdatos difundidos por el Indec, los especialistas de la Universidad Torcuato Di Tella (UDTD) vaticinan que la pobreza terminó en el primer semestre de este año en un promedio de 42,1%. El último dato oficial fue del Indec fue de 39,2% para el segundo semestre de 2022.
“Para el semestre octubre-marzo hay una suba de algo más de medio punto (0,6) respecto al dato del segundo semestre de 2022. Es un alza explicada principalmente por la inflación, y parcialmente contenida por los niveles de empleo, que aún mostraban crecimiento en el primer trimestre del año, con tasas récord de actividad y empleo”, analizó el investigador del Cedlas, Leopoldo Tornarolli.
“Y es un número aún no afectado por el impacto de la sequía, que de cualquier modo no es probable que se transmita de inmediato a la tasa de pobreza, siempre en la medida en que la actividad económica directamente afectada, el sector primario o la agricultura, no está muy captada en la encuesta, que es mayormente urbana”, agregó.
“De cualquier modo, todo indica que el dato del primer semestre de 2023 va a ser aún más alto y en el tercer trimestre esperaría que se transmita a otros sectores el impacto de la sequía, a través de la falta de dólares y de la paralización de la actividad”, alertó el especialista del Cedlas.
“Tomando en cuenta que la canasta básica total creció interanualmente alrededor de 119% entre el segundo trimestre de 2022 y el segundo de 2023, y que los ingresos de los hogares capturados por la EPH en el segundo trimestre del año no tienen el efecto del aguinaldo sugieren que la tasa de pobreza del segundo trimestre va a ser mayor al 39% estimado del primer trimestre”, dijo Martín González Rozada, director de la Maestría en Econometría de la UTDT.
“Con la información que se tiene hasta ahora, la tasa de pobreza estimada para este segundo trimestre estaría alrededor del 44% proyectando una incidencia de la pobreza para el primer semestre del año, que el Indec publicará a fines de septiembre, de 42% con un margen de error de 1,5 puntos porcentuales”, agregó.
“En el primer semestre de 2023, la inflación se va a mantener elevada y podría subir porque, hasta mayo, la inflación se aceleró, o sea, fue mayor de enero a mayo cada mes, mientras que los salarios informales, que son los salarios de los pobres, no crecieron al mismo ritmo. Esos salarios vienen bien por detrás de la inflación”, analizó el director de la consultora Idesa, Jorge Colina. “Así, es posible que la pobreza aumente porque en el fondo, aun cuando haya planes sociales, el 60% de los ingresos de los hogares pobres proviene del trabajo informal, que crece menos”, opinó.
El aumento de los precios
En lo que va del año, la suba de precios acumula un alza de 50,7%, mientras que el dato interanual llegó a 115,6%. Pese a que en los últimos dos meses se registró una desaceleración de la inflación en niveles elevados, los especialistas creen que se mantendrá alta todo el año. Incluso, el propio Massa afirmó que será difícil doblegar este año a los precios por el impacto de la sequía. Por otra parte, la volatilidad del dólar en los últimos días y la devaluación fiscal del Gobierno impactará en los precios, según advirtieron empresas y economistas privados. Ese efecto, creen, se verá mayormente en el IPC de agosto y podría agregar, según estimaron, tres puntos porcentuales a un piso de entre 6% y 7%.
El Iaraf, en base al índice Salarios del Indec, indicó que en los primeros cinco meses del año respecto a igual periodo de 2022, se registró una suba de salarios en el sector público (2,2%); caída del privado registrado (-1,4%) y baja del sector privado no registrado (-12,72%). Vale aclarar que la información de los salarios informales tiene en ese reporte oficial un rezago de cinco meses, según indica la metodología.
Esto llevó a multiplicar en el país la figura del “trabajador pobre”, que, según la UCA, llegó en 2022 a un récord.