Los integrantes del equipo económico que conduce el ministro Martín Guzmán, aspiran que la brecha cambiaria no se extienda más de lo que ya se encuentra hasta marzo. Y es que es la fecha señalada para que ingresen dólares a la Argentina por medio de las divisas que el sector agropecuario ingresará tras vender sus cosechas, tal y como está previsto para ese momento del año que viene. ¿La pregunta es cómo hará para aguantar hasta entonces?
Una de las respuestas ensayadas pasa por sacar pesos del mercado para evitar desvíos hacia el dólar, lugar al que llegan cuando no tienen destino de inversión. Para ello, el BCRA obliga a los bancos a otorgar créditos compulsivos a las Pymes en lo que hace al 7,5% de sus depósitos a una tasa determinada. Cabe recordar que se trata de una medida nada original, ya que la misma ya fue aplicada entre el 2012 y el 2018.
Se trata de la Línea de Crédito para la Inversión Productiva (LICP), la cual, esconde una sutil trampa. Y es que, si bien apunta a reactivar al sector productivo, existen dos clases de Pymes excluidas de este beneficio: las agropecuarias que no liquiden su producción y las importadoras. Esto constituye un claro acto de discriminación y apunta contra los granos que se encuentran guardados en silobolsas, las mismas que todavía continúan siendo vandalizadas.
Ni lerdas ni perezosas, las entidades bancarias saben que la intención del Gobierno no pasa por la vocación por brindar financiamiento a las pequeñas empresas, golpeadísimas por el parate económico de la cuarentena. El verdadero objetivo claramente es otro, pasa por quitar pesos del mercado o, al menos, impedir que el acceso a ellos sea muy barato. Y es que en el Gobierno tienen claro que esos pesos excedentes tienen como destino seguro al dólar.
Y es que, además, el dólar que buscan es justamente el que se consigue en el mercado paralelo de las cuevas de la city, debido a que es libre y no tiene techo en su cotización a pesar de lo encarecido que terminó los dos últimos días hábiles de la semana pasada, cuando en apenas dos días sumó $11 hasta llegar a cotizar en torno de los $178. De todas formas, esta tendencia es la misma desde que endureciera el cepo desde el pasado 15 de septiembre.
A lo que apunta también el BCRA es al hecho de que las pymes no caigan en la tentación de utilizar el crédito barato para dolarizarse, en vez de tomar deuda para enfrentar la emergencia. Para ello, pretenden que sea más alta la tasa de interés. Sin embargo, en los bancos advirtieron un problema debido a que las líneas compulsivas tienden a generar presión sobre la tasa que se le paga al ahorrista y eso, a la larga, hace que haya menos crédito.
Y es que, si un sector se beneficia con la tasa baja, alguien está pagando por eso, y en general, es el ahorrista. Habrá que esperar al arranque de la primera jornada financiera y bancaria de esta semana, en la que una vez más todos los ojos estarán posados sobre la cotización paralela del dólar blue. La misa que genera la diferencia en la brecha cambiaria que amenaza con producir una mega devaluación para corregir esa distancia.
