La familia de Brian Galván, el nene desaparecido el domingo en cercanías de las márgenes del río Salí, a la altura del barrio La Milagrosa, está por estos días dividida en dos. Los varones participan de los rastrillajes de la Policía, mientras las mujeres sobrellevan la angustia en la casa donde vive el niño, acompañadas por allegados y trabajadores sociales.
Margarita Galván, la mamá del bebé, Olga Clementina Rojas, la abuela y Lidia Mirta Rojas, la bisabuela, pasan el día esperando novedades y repasando eventos que puedan arrojar luz sobre el misterio que rodea a la desaparición del niño. Así fue como surgió una inquietante hipótesis.
Según contó Lidia, el miércoles surgió una versión que decía que el padre del menor lo había levantado y se lo había llevado luego de una carrera de caballos que se disputó en la zona. Las mujeres coincidieron en aclarar que para ellas, era algo creíble.
Olga explicó entonces la mala relación que mantienen con el sujeto, que bien podría ser la razón de una venganza de su parte, ya que ella lo demandó en la Policía en varias oportunidades, por distintas causas.
La abuela de Brian se preocupó por aclarar que ninguna de las disputas fue por la tenencia del niño, ya que el sujeto jamás demostró interés alguno en su hijo. Y remarcó que no desean que eso cambie. “Lo queremos bien lejos” remarcó la mujer.
Lidia agregó que no creen que al menor se lo haya llevado el río, cuyo cauce se incrementó considerablemente por las últimas lluvias. Según ella el nene nunca se acercaba al Salí, y sus juegos fuera de la casa se limitaban a la cuadra, donde solía pasear con su bicicleta.
