Luego de darle vida durante décadas al querido Don Ramón, hace 31 años partía el actor Ramón Valdés, tras una extensa lucha contra el cáncer. Miguel, su nieto, compartió una foto íntima de él en sus últimos días con un sentido mensaje.
En la imagen que el fotógrafo y productor del documental biográfico sobre su abuelo Con permisito dijo Monchito compartió, se lo ve al actor en el hospital en bata, muy sonriente y levantando su pulgar rodeado de amigos y familiares.
“Hoy hace 31 años murió Monchito, como pueden ver en esta foto, aun con cáncer terminal seguía sonriendo, seguía bromeando y haciendo felices a la gente a su alrededor, este hermoso carácter hizo que gente como ustedes lo quiera hasta la fecha, y es solo gracias a ustedes que él sigue vivo cada que prendemos la tele, cada que alguien comparte un meme o una frase de Monchito, gracias amigos los queremos muchísimo y agradecemos tanto amor”, escribió el nieto, orgulloso.
Miguel realizó un documental sobre la vida del querido intérprete del papá de la Chilindrina. “La idea principal era hacer un libro, mi tío Esteban Valdés quería escribir sobre la vida de mi abuelo desde su punto de vista y este texto iba a tener un DVD con las entrevistas de los tres compañeros más queridos de mi abuelo: Edgar Vivar, María Antonieta de las Nieves y Carlos Villagrán”, había dicho a Teleshow.
El material que consiguieron les gustó tanto que decidieron subirlo a Youtube para poder compartir la historia del actor con toda la gente que creció con él: “Haciendo este trabajo me enteré de muchas cosas que no tenía ni idea y que jamás me imaginé. ¡Miles! Yo me fui enterando poco a poco y el público también. Por ejemplo, no tenia idea de que fuera tan paternal y cariñoso, una faceta de mi abuelo que me hubiera gustado vivir y que gracias a lo que me cuentan, hoy puedo saber”.
Padre de diez hijos de tres matrimonios diferentes. Varias veces dijo sentirse un nene, tal vez por eso sería que su presencia traspasaba la pantalla con los más chicos: “Nací niño y sigo siendo chavito: tengo el carácter de niño y los chavitos me entienden bien”.
Humilde, sin trabajo ni dinero para pagar la renta y algo malhumorado, su sensibilidad y su amor por la Chilindrina, que en la vida real lo eligió como su padrino de bodas, convirtieron a Don Ramón en uno de los personajes más queribles e imprescindibles del Chavo del 8.