Las concesiones hidroeléctricas que se otorgaron por 30 años durante el menemismo comienzan a extinguirse. A nivel nacional son más de una quincena de privatizaciones que vencerán, de las cuales tres caerán en la provincia en 2026. Aunque restan dos años, el flamante interventor del Ente Reguladores de Servicios Públicos de Tucumán (Ersept), José Ricardo Ascárate, anticipó que la explotación de las hidroeléctricas, entre ellas la del dique El Cadillal, volverán a estar en manos tucumanas.
Según explicó el radical, la semana pasada viajó a Buenos Aires junto al ministro Santiago Yanotti (Obras y Servicios Públicos) y mantuvieron una entrevista con el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Javier Rodríguez Chirillo. “Le pedimos que trabajara sobre ese tema para que el dique y la central hidroeléctrica vuelvan a la Provincia de Tucumán”, contó.
Afirmó que el funcionario nacional designó a un grupo de empleados para trabajar en la devolución. “Esto va a permitir manejar un cupo de energía para desarrollo de nuevas obras o para mejoras de tarifas”, manifestó. La concesión de la firma Hidroeléctrica de Tucumán SA vence el 30 de julio de 2026. Comprende las centrales hidroeléctricas de El Cadillal (Tafí Viejo), Escaba (Alberdi) y Pueblo Viejo (Monteros).
De acuerdo con información consignada en el portal oficial del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep), la presa de El Cadillal (puesta en servicio en 1966) produce 48 gigavatios al año; Escaba (1948) 69 gigavatios al año; y Pueblo Viejo (1968) 43 gigavatios al año. La Provincia mantiene un litigio judicial con la empresa Hidroeléctrica de Tucumán SA como consecuencia de los trabajos que se realizaron en 2023 en la presa lateral N° 3 de El Cadillal, que presentaba graves filtraciones.
El Gobierno pretende que la firma pague el monto total de lo que debió erogar el Estado para hacer las obras. Los trabajos quedaron suspendidos en octubre de ese año, con un avance del 50%. Si bien se ejecutó el total de los fondos presupuestados, la presa estaba mucho más dañada de lo que se estimaba originalmente. Ascárate, designado interventor del Ersept hasta octubre de 2027, también consignó durante la entrevista que lograron destrabar en Buenos Aires otra cuestión fundamental para Tucumán: el recambio de un cable de doble terna de 132 kilovatios, desde El Bracho a Cevil Pozo (17 kilómetros).
“El cable está en condiciones de ser comprado. Vamos a empezar los trabajos entre este mes y septiembre, que es la época de menor consumo. Vamos a cambiar una terna primero y la otra después. El año que viene estaremos con la capacidad de duplicar la energía que podemos transportar. No tendríamos por qué tener inconvenientes de electricidad”, indicó. Ascárate dijo que con esos trabajos se duplicará la potencia que se puede transmitir en dicha línea.
Aseguró que cuentan con la autorización del Ente Nacional Regulador de la Electricidad, pero que detectaron viviendas que se encuentran bajo la línea de alta tensión. “Tenemos que desalojar. En el cruce de la ruta 9 hay un galpón que se ha colocado bajo la línea. También hay un loteo que se ha hecho entre Banda del Río Salí y Alderetes. Se ha fraccionado y no se ha transferido la restricción que existe de la línea, cosa que es un error grave de Catastro de la Provincia”, indicó. Aclaró que debajo de una línea de alta tensión debe haber una zona de restricción de 19 metros a cada lado, porque puede haber descargas. “Es un riesgo de vida”, advirtió.