Cristina y Máximo tuvieron que retroceder en chancletas. No tuvieron más remedio que habilitar a Daniel Scioli y a Victoria Tolosa Paz para que compitan en las elecciones internas. Eso es una muestra clara de la debilidad de los Kirchner, de su pérdida de poder, pero, también de la solidez de su soberbia. Porque mientras cedían, palabra que jamás existió en el diccionario kirchnerista, levantaron el dedito con un comunicado que disparó misiles contra Alberto Fernández y Scioli.
Fue tragicómico. En la realidad Cristina y Máximo tuvieron que agachar la cabeza y aceptar lo que no querían aceptar, pero para calmar a su tropa y disimular la capitulación, difundieron un comunicado durísimo. ¿Se entiende? Fueron agresivos para afuera pero muy mansos para adentro. La realidad es la única verdad, diría el general Perón. Están tan debilitados que hoy le contestaron con firmeza tanto Aníbal Fernández como Scioli y Tolosa Paz.
El ministro de seguridad, licenciado en chicanas dijo que “el comunicado está escrito con bronca y es peyorativo. Son declaraciones tontas y estúpidas. No hay extorsión ni vanidad.” Y no se privó de un viejo dicho popular: “Tía, tomá la pastilla”. Scioli utilizó un tono más conciliador, como es tu estilo, pero aclaró que no es títere de nadie ni candidato de nadie. “Soy candidato de Daniel Scioli y punto. ¿Está claro? Quiero independencia y autonomía”.
Y Victoria Tolosa Paz, que va a competir por la gobernación de Buenos Aires, criticó que en el comunicado kirchnerista le sigan pegando abajo a Alberto Fernández: “Lo siguen horadando a quien tiene la responsabilidad de gobernar hasta el 10 de diciembre”. La chicana que antes de ayer circuló en las redes sociales decía que pasaron del Frente de Nadie donde nadie gobierna, a la Unión por la Plata.
Es una manera irónica de recordar que Cristina está condenada por corrupción a 6 años de prisión por corrupción y que fue la jefa de una asociación ilícita que saqueó al estado. Fue el robo del siglo. Nadie robó tanto durante tanto tiempo como el matrimonio de Néstor y Cristina. Ellos se hicieron ultra millonarios y enriquecieron ilícitamente a varios empresarios testaferros y amigos y a gran parte de sus funcionarios.
Armaron el Cartel de los Pingüinos Millonarios como han sido caracterizados. Por eso alteran el nombre de la nueva coalición que fue bautizada Unión por la Patria. Ese nombre, también es una sumatoria de falsedades. Unión, las … pelucas. La maldita grieta que los K instalaron con odio en la Argentina, se les metió adentro de su propia alianza. Y la utilización de la palabra patria es simplemente una forma de ocultar lo único que les interesa.
Es decir, la impunidad de Cristina y mantener un poder importante como para frenar su destino de cárcel por delincuente. Por eso, otros memes llamaron a la nueva fuerza política como “Unión por el Instituto Patria”. No se les cae la patria de la boca. Se creen los dueños de la argentinidad pero condenaron al país al peor gobierno de la historia. Se agitan hablando de justicia social y de ayudar a los pobres.
Pero lo que hicieron fue multiplicar la pobreza y la indigencia generando una inflación feroz, casi sin antecedentes desde los momentos macabros de la híper. Económica, social e institucionalmente, hundieron al país en un pantano de un Banco Central con reservas negativas, con niveles colosales de endeudamiento y con una inseguridad galopante vinculada a los narcos por sus simpatías ideológicas con los victimarios y su gestión desastrosa en el combate al crimen organizado.
El comunicado de Cristina y Máximo bajo el sello del justicialismo bonaerense, insiste con culpar de todos los males a Alberto y trata en vano de salvar a la vice presidenta y a Sergio Massa. Es increíble como insisten en negar la realidad y lo que es evidente para todo el mundo. Que los culpables de la hecatombe que estamos atravesando son los integrantes del Triángulo de las Bermudas, es decir Cristina, Alberto y Massa pero que la responsable principal fue la jefa, la reina del Calafate.
Se engañan a sí mismos, fingen demencia, pero no engañan a nadie más. Hay que ser muy pavote o muy fanático para tragarse el verso de que este no es el gobierno de Cristina. Ella fue la madre de este desastre. Ella parió a Alberto presidente. No se puede borrar la historia según la conveniencia del momento. El archivo no miente: Pero no solamente lo puso como mascarón de proa. También le picó la cabeza todos los días hasta que Alberto, carente de coraje y personalidad, se rindió rápidamente y se convirtió en el espantapájaros que es ahora.
No llegó ni siquiera a títere. Es un muñeco de palo disfrazado, lamentablemente, con la investidura presidencial. Y Cristina se quedó con todas las cajas millonarias del estado donde puso a sus hijos putativos de La Cámpora. La plata, siempre la Plata. Unión por la Plata como dice el meme. Máximo, el príncipe heredero, cuyo único mérito es el apellido, se intentó victimizar y les dijo a sus talibanes que tuvieron que ceder porque sus rivales habían amenazado con ir a la justicia.
Y recuerdan que el Partido Judicial es de los que quieren “la desaparición del peronismo y la estigmatización y proscripción del peronismo”. Juego de palabras. Cristina que se auto percibe proscripta pero que no lo es, quiso proscribir a Daniel Scioli, pero no lo logró. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. En el famoso comunicado, Cristina y Máximo, ocultos detrás del sello del Partido Justicialista demuestran que cambian de nombre y de piel a su coalición.
Pero ellos mantienen firme su metodología de humillar a las personas que no se arrodillan ante su presencia. Fustigan al presidente decorativo de la Nación por no reconocer la generosidad de Cristina cuando Alberto era minoría de minorías. ¿Fue generosidad? No existe esa palabra en la cabeza de Cristina. Fue oportunismo y pragmatismo. Quiso cambiar impunidad por el sillón de Rivadavia y no lo consiguió.
No es la primera vez que falla en su casting de candidatos. Es que fantasea y por momentos delira en lugar de operar sobre la realidad. Por eso eligió en su momento a Amado Boudou, un mega ladrón de estado con condena firme de la Corte Suprema, a Axel Kicillof que no dejó macana por hacer en la economía, al propio Alberto y está a punto de bendecir las candidaturas de Wado de Pedro y/o Sergio Massa.
Son dos impresentables ministros de este gobierno que prometen un paraíso si llegan al próximo gobierno. Insólito. Incomprensible. Insisto con esto. Si el ministro del interior de un país atomizado y cargado de resentimiento y el ministro de economía que chocó la calesita, tienen alguna idea positiva para salir de este pozo, sería bueno que la apliquen ahora. La gente no aguanta más. No prometan nada. Hagan algo ahora si es que saben hacer algo.