La Justicia restituyó el campo de un productor agropecuario después de un año de que fuera usurpado. Se trata de la propiedad de Daniel Ahumada (40) quien el 14 de abril de 2020 sufrió la violenta ocupación, en medio de amenazas a mano armada contra él y su familia. La semana pasada, las tierras fueron devueltas después de un largo proceso judicial en el que se debió probar la legitimidad del reclamo.
“La propiedad es nuestra y se la defiende con la vida si es necesario. Esta vez gané porque nunca me callé. Molesté, porque no era justo lo que me pasaba. Tuvimos un año duro económicamente, con mucha frustración a nivel familiar; para un productor el campo es una forma de vida y me quitaron este año esa posibilidad”, dijo Ahumada, quien después de tanta espera logró que una jueza le restituyera el campo que utiliza para la cría de vacunos en Cruz del Eje, Córdoba.
En este tiempo, el productor contó con el acompañamiento y asesoría de la Federación Agraria Argentina (FAA) que estuvo detrás de la causa y de que se diera a conocer el caso. En abril del año pasado, en medio de las restricciones sanitarias por la pandemia de coronavirus, el productor residente en la localidad de Los Gigantes fue advertido del ingreso de camiones con gente a la propiedad que heredó de su abuelo. En medio del escándalo, una persona que portaba arma de fuego lo increpaba, incitando a un enfrentamiento y diciendo que había comprado el campo.
“Sufrí hechos delictivos, pero hoy puedo decir que ha sido una batalla lograda, gracias a Dios, la Justicia actuó acorde, y hoy estoy feliz porque quiero seguir trabajando y evolucionando”, aseveró.
La propiedad en cuestión es un predio cuya tenencia le corresponde a la familia Ahumada y fue adquirido en 1962 por Onias García, el abuelo de Daniel, y que pasó a formar parte de la herencia familiar. “Por un problema de planos” que tendría que resolver el Estado provincial no pudieron hacer la titulación de las tierras, aunque el productor sí contaba con los comprobantes de pago de impuestos de todos estos años que probaron la tenencia. Sufrí hechos delictivos, pero hoy puedo decir que ha sido una batalla lograda, gracias a Dios, la Justicia actuó acorde, y hoy estoy feliz porque quiero seguir trabajando y evolucionando (Daniel Ahumada)
“En ese campo soy tercera generación. No soy puestero, soy dueño, porque muchas veces hay una parte en un conflicto que es legal y otra moral. A veces, la ley ampara a un puestero, porque los dueños durante 20 años no estuvieron y tiene una posesión, pero en mi caso, nosotros lo compramos. No soy un puestero que me quedé en el campo reclamando tierras después de muchos años”, remarcó.
El productor explicó que durante todo el año que estuvo tomada la propiedad no pudo trabajar y denunció faltante de animales. Además, por una medida de la Justicia no podía ingresar a la propiedad a desarrollar el plan sanitario acorde a lo que establecen las normas sanitarias a nivel nacional. “Cada vez que lo intentaba tenía que pedir un permiso a la fiscalía por la medida judicial”, advirtió.
El día de la toma
“Fue una situación realmente violenta. Se acercó una camioneta que golpeó el portón y te quería llevar por delante. Un hombre que se baja con un arma y te apunta a la cabeza y al pecho diciéndote que te va a matar, que si entraba a mi campo me tiraba”, narró. Ese día, el productor se acercó hasta la propiedad que queda a 80 kilómetros de su casa con su mamá, su hijo, un amigo y un abogado quienes presenciaron toda la escena.Daniel Ahumada luego de recuperar su campo en la provincia de Córdoba.
Según contó, la persona que usurpó el campo fue imputada por amenazas calificadas. “Estoy feliz por esto, ya que todo el proceso fue muy duro para mi familia y para la actividad agropecuaria que desarrollamos para vivir. Ahora veremos cómo continúa la causa de usurpación y la de amenaza calificada”, afirmó.
El apoyo de la Federación Agraria
El rol de la Federación Agraria fue clave para la restitución de las tierras a su propietario. Según se conoció, la entidad ruralista brindó apoyo jurídico, administrativo y de contención para que las tierras retornaran a la familia.
“Él nos mandó una sucesión de derechos hereditarios de su abuelo que fue el primer titular de las tierras hacia su madre, ella también está en el campo y es de las que resistió la usurpación. Nos envió los documentos correspondientes como el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios y otros documentos municipales que acreditaban su titularidad”, dijo Andrea Sarnari, abogada y sindica titular de la Federación Agraria.
La letrada confirmó que desde que la propiedad fue tomada, la Justicia emitió una medida para que el productor no innovara. “Por eso no podía ingresar ni él ni nadie hasta que no se resolviera la situación en la Justicia. Él tenía prohibido realizar ninguna medida que cambie la situación del campo. No pudo producir, ejercer su actividad lícita, hacer uso de su casa, su campo y eso le trajo un perjuicio”, explicó.
Finalmente, la justicia dictaminó a favor del productor, quien pudo acreditar la titularidad de la tierra y se lo declaró como el legítimo poseedor. “Nadie le va a devolver un año en el que él no pudo producir en ese territorio y que él haya podido compartir con su familia el lugar de trabajo y de vida”, describió la abogada que también colaboró en la causa junto al abogado del productor.Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA)
En esa línea, el presidente de FAA, Carlos Achetoni, sostuvo que la recuperación de las tierras le genera una “sensación de conformidad y alegría” por todos los casos que hay en el país. “En este caso, Ahumada logra restituir su propiedad que había sido usurpada al que no podía acceder desde hace un año, cuando uno analiza esta situación, de los que no tienen titularidad se puede pensar que son blanco de este tipo de ataques e intentos de usurpación. A veces puede pasar de que a la gente de condiciones humildes otras con mejores condiciones económicas, intentan y usurpan la propiedad porque tienen hasta poder político”, dijo.
Por otro lado, Achetoni sostuvo que desde la entidad que preside siempre tratan de defender y salvaguardar a este tipo de productores. “Esto sienta un precedente y tuvo un final feliz, porque hay muchos productores que han sido despojados de su propiedad. Todos debemos bregar para que las políticas públicas se consoliden y que tengan el dominio que corresponde”, sostuvo.
“Ojalá que el Estado entienda que tiene una gran falencia en este sentido. Hay una Ley de la Agricultura Familiar de reparación histórica que lamentablemente no ha sido reglamentada y que se necesita y que tiene que ser de carácter urgente para que venga a dar luz a mucha gente que, por distintas situaciones, no ha podido regularizar la situación de dominio de tierra”, concluyó.