Al partido entre la Argentina y Ecuador le quedaban instantes. Y después de ser muy disputado, estaba sentenciado por el 2 a 0 anotado por Lautaro Martínez, apenas unos minutos antes. La selección ya tenía abrochado el boleto a semifinales de la Copa América. Solo bastaba que el partido se terminara también en el reloj del árbitro Wilton Sampaio.
Pero faltaba la frutilla del postre. Porque después de malograr un mano a mano inmejorable y tras asistir a Rodrigo De Paul para el primer gol y al delantero de Inter para el segundo, Lionel Messi quería gritar el suyo.
Entonces, en lo que bien pudo haber sido sancionado con penal por una falta de Hincapié sobre Di María, que el árbitro cobró en la puerta del área luego de revisar el VAR, la Pulga se sacó las ganas.
Pero antes de colgarla de un ángulo, hubo una imagen del crack rosarino que se hizo viral. Porque mientras Ecuador intentaba meter toda la gente posible en la barrera, Messi miró fijo el lugar donde un instante más tarde colocaría la pelota. No solo de pie, sino también de cuclillas, mientras la acomodaba.
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Después de cuatro minutos de tiempo interrumpido por la revisión del VAR, finalmente el ídolo acarició el balón con su botín zurdo y sentenció el resultado. El vuelo de Hernán Galíndez solo sirvió para rozar la pelota, pero no para impedir que ingrese al arco.
No es la primera vez que el hombre que defiende los tres palos de la selección de Ecuador sucumbe ante la magia de Messi.
En su infancia en su Rosario natal Galíndez era delantero. Pero cuando decidió dejar ese puesto y dedicarse a ser el arquero de Alianza Sport, fue precisamente la Pulga el que le convirtió el primer gol. Leo jugaba para Grandoli y ambos apenas habían pasado los cinco años. “Siempre digo que con Messi nunca fuimos amigos, pero sí nos cruzábamos mucho adentro de la cancha. Tenemos la misma edad y vivíamos muy cerca, en la zona sur de Rosario. Él siempre estaba en los equipos que salían campeones o peleaban por el título. Tengo esa anécdota de que me convirtió el primer gol que me hicieron en mi vida. Compartí más con Ángel Di María en las inferiores de Rosario Central, también algo en la reserva.”, expresó recientemente, en una entrevista con LA NACION.
Anoche, casi tres décadas más tarde de aquella historia, los dos protagonistas volvieron a estar cara a cara. Y el que se fue otra vez feliz fue Leo.