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LA INFLACIÓN DEVORÓ LOS SALARIOS

¿Son los alimentos que suben o son los sueldos los que bajan?

Inflación En Argentina Min
Descacharreo

A comienzos del 2021, el Gobierno nacional se muestra preocupado por el aumento de los precios de los alimentos, en particular en el caso de la carne vacuna. Pero la realidad es que muchos analistas económicos han comenzado a evaluar que los alimentos no están caros, sino que son los salarios reales los que fueron pulverizados por la política monetaria expansiva del Banco Central para financiar el enorme déficit fiscal.

De todas formas, no fue Alimentos y Bebidas el rubro que más aumentó en 2020, sino que a la suba del índice general contribuyeron varios rubros. En ese sentido, según los datos del Indec, los rubros que más aumentaron durante 2020 fueron, en primero lugar Prendas de Vestir y Calzado, luego, Recreación y Cultura y recién en tercer lugar aparece Alimentos y Bebidas con un incremento del 42% en relación al cierre del 2019.

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De todas maneras, el Gobierno parece estar apuntando los cañones hacia la carne vacuna. El argumento que siempre usa es que hay que desacoplar los precios internos de los internacionales, para eso se está buscando la forma de llegar a un acuerdo con los productores de carne vacuna. Incluso, Alberto Fernández llegó a afirmar que no entendía por qué un bife de chorizo costaba más en la Argentina que en Alemania.

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Buscar responsables en el exterior siempre es más fácil que reconocer las culpas propias, por eso aparece un chivo expiatorio. Además, cabe mencionar que no necesariamente restringiendo las exportaciones o separando el mercado interno de carne vacuna del mercado internacional los precios al público van a bajar. El problema que tiene el Gobierno nacional es que está depreciando la moneda nacional a paso acelerado.

Y es que si se considera que el déficit fiscal financiero en 2020 fue de $2,3 billones, surge que 91% del rojo de las finanzas públicas se financió con emisión monetaria. Entonces cabe preguntar: ¿El Gobierno podrá dominar el desborde fiscal que tuvo en 2020? Cabe recordar que el déficit fiscal representó 9,5% del PBI mientras que el gasto social representó el 64,3% del incremento de los gastos corrientes.

El problema es que aunque la economía se reactive solo por una cuestión estadística, la recaudación de impuestos no se espera que mejore tanto como para poder reducir notablemente el déficit fiscal. En definitiva, no es que están subiendo los alimentos, sino que se está depreciando rápidamente el ya deteriorado peso argentino como consecuencia de la emisión monetaria que licúa los salarios, producto de un enorme déficit fiscal.

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Esto es consecuencia del populismo que aumentó el gasto público, pero obviamente, el Gobierno culpará a la pandemia por el déficit fiscal. El kirchnerismo se encuentra frente al monstruo de gasto público que creó en la época del “viento de cola” de la economía mundial. Y decirle a la gente que no hay más plata para repartir no está en el ADN del kirchnerismo, y menos en un año electoral.

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