La Justicia quedó claramente en el ojo de la tormenta luego de que su accionar influyera indirectamente en el asesinato de Paola Tacacho. Y es que el femicidio de la profesora desnuda el fracaso que muchas veces muestra la Justicia, debido a que la indiferencia que mostró a la víctima a pesar de que realizara un total de 13 denuncias, fue lo que le entregó en bandeja de plata a Mauricio Parada Parejas la posibilidad de arrebatarle la vida.
Lo que no comprenden los funcionarios judiciales es que cuando ignoran a un denunciante, en realidad, ignoran al ciudadano al que tienen que servir, debido a que los fiscales y los jueces también son servidores públicos. Sin embargo, pareciera que forman parte de una casta aristocrática. Entonces, no es casualidad lo que ocurrió con la docente, ya que la Justicia de Tucumán atraviesa uno de los peores momentos de toda su historia.
La muerte de Paola Tacacho se dio en el marco de una alarmante situación del Poder Judicial en nuestra provincia, un territorio en el que el índice de femicidios duplica la cifra del promedio nacional. Mientras que la Justicia apenas simula una normalidad preocupante que contradice la realidad de Tucumán. Debe quedar claro que la Justicia le falló a la profesora oriunda de Salta, como antes lo hizo con Ana Dominé y Abigail Riquel.
Pero incluso, trascendió en las últimas horas que hasta en el fuero civil le cerraron la puerta en la cara a Paola Tacacho. Resulta que la joven había logrado una mediación con la familia del femicida, con el objetivo de que se hagan cargo y contengan e internen a Mauricio Parada Parejas. Sin embargo, la Justicia cortó el diálogo y luego de dos audiencias en las que se había logrado un avance, estableció que no correspondía la mediación y no derivó el caso a nadie.
Esta es apenas una prueba más de que en Tucumán no hay políticas de prevención efectiva para evitar los femicidios. Y es que Paola Tacacho fue una de las tantas víctimas de violencia de género que acuden a la Justicia en busca de ayuda y no obtienen respuestas. No en vano, hay muchísimas mujeres que tienen más miedo de denunciar por esa falta de protección de parte de un Poder Judicial indolente ante el dolor de las mujeres.
¿Cómo es posible que el Ministerio Público Fiscal (MPF) haya archivado una de las 13 denuncias que había iniciado Paola Tacacho por no tener lugar físico para guardarlo? Es la primera vez que se conoce un hecho de una gravedad inusitada como la de archivar una causa de una mujer que pedía por favor durante el transcurso de más de cinco años que el Poder Judicial la protegiera de su acosador que se terminó convirtiendo en su asesino.
Y es que la violencia contra las mujeres se ha convertido en la consecuencia invisible de la pandemia y de la cuarentena. Tucumán se encuentra atravesando un año marcado por la violencia en general, y contra las mujeres en particular, sin que a la Justicia se le haya movido un pelo. En ese marco, el femicidio de Paola Tacacho dejó en evidencia la esencia de este sistema judicial que tenemos, en el que las vidas de las mujeres no tienen ningún valor.
