Todo depende de la vara con la que se mida. Sin embargo, en prácticamente todas las comparaciones con otros distritos, la Legislatura de Tucumán queda posicionada entre las “casas de leyes” que más recursos insumen de los presupuestos provinciales.
Para 2019, el Poder Legislativo local, de diseño unicameral y con 49 integrantes, tendrá una capacidad de gasto que alcanzará los $ 4.159 millones anuales. Para el ejercicio en curso, la Provincia dispondrá de $ 96.300 millones. Así, el órgano presidido por el vicegobernador Osvaldo Jaldo registra una incidencia del 4,32% del total de las arcas estatales.
En términos nominales, Tucumán tiene el tercer cuerpo legislativo más costoso del país. Sólo es superada por la Legislatura bicameral de la Provincia de Buenos Aires, que preside el macrista Daniel Salvador (es vicegobernador de María Eugenia Vidal), que supera los $ 8.300 millones; y por el Poder Legislativo de Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Diego Santilli (vicejefe de Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta), que tendrá una capacidad de erogaciones por unos $ 4.190 millones, es decir, unos $ 40 millones más que el de Tucumán.
La Legislatura de esta provincia sin embargo tiene una incidencia mayor en el Presupuesto General 2019 que la bonaerense (0,9%) y que la porteña (1,3%). De hecho, la Cámara que preside Salvador redujo en 0,3% su proporción con relación a 2018.
Los datos surgen de los presupuestos aprobados por los legisladores de los 24 distritos del país. En todos los casos, la “ley madre” de las finanzas surge del Poder Ejecutivo, que diseña las políticas a aplicar en sus áreas de gobierno. En Tucumán, todos los organismos dan a conocer la estimación de sus recursos cuando se elabora el presupuesto. La excepción es la propia Legislatura, cuyas partidas (personal, bienes de consumo, servicios no personales, bienes de uso y transferencias) son tratadas a libro cerrado.
“Hemos terminado de fijar (el presupuesto legislativo para 2019), con lo cual casi $ 3.950 millones, casi un 93%, es para personal, y el resto para (gastos de) funcionamiento de este poder”, había explicado el vicegoberandor en noviembre pasado, cuando se trataba esa norma.
A priori, una reducida porción de ese monto está destinada a los legisladores, quienes sólo tienen permitido percibir su dieta, que ronda los $ 65.000 al mes para cada uno de sus 49 miembros.
Otros destinos
Además de cubrir los salarios de sus empleados de planta permanente, de los transitorios y de los “cargos políticos” (su vínculo laboral termina cuando acaban los mandatos; es decir, en octubre próximo), el Poder Legislativo afronta con sus ahorros, denominados Excedentes Financieros, el pago del Boleto Estudiantil Gratuito para los alumnos de nivel inicial, primario y secundario del interior. En la Cámara se estima que el beneficio alcanza a más de 50.000 chicos. Otro gasto que cubre el cuerpo legislativo son los subsidios a organizaciones sin fines de lucro. En todos estos casos están previstas las rendiciones de ley ante la delegación fiscal del Tribunal de Cuentas afectada a la sede de Muñecas al 900. El público en general sin embargo no tiene acceso al detalle de esas erogaciones, sino a los montos globales que publica el ente de contralor en su web.
AUTOR
Luis María Ruiz
