La tristeza, la impotencia y la incertidumbre se apodera de los comerciantes, que resisten la decisión del intendente de San Miguel de Tucumán acerca de clausurar el Mercado del Norte. Ahora bien, muchos puesteros piensan que el supuesto peligro de derrumbe del edifico no sería más que una excusa y que, en realidad, la decisión tomada por Germán Alfaro no es más que un desalojo planificado encubierto.
De hecho, los comerciantes manifestaron que solicitarán a la Justicia una medida cautelar e incluirán un pedido para que se precise quiénes son los profesionales de parte del municipio que firmaron el informe técnico que sugiere la posibilidad de colapso. “Habría que ver quiénes han firmado eso. Vamos a exigir que lo digan. La estructura es segura, le mienten a la gente”, expresaron.
Ellos aseguran que no tuvieron ningún contacto con nadie de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, cuyo titular, ayer dijo que lo “qué haremos con el Mercado lo veremos después. Ahora hay que tener el apuntalamiento para que no caiga y no puedo decir cuánto tiempo estará cerrado”. Y es que el intendente claramente no depende del trabajo que se desarrolla en el emblemático edificio del microcentro.
Y es que el problema radica en el hecho de que más de 500 familias podrían quedar sin ingresos. Es por ello que, luego de seis días de cierre, ayer más de una treintena de puesteros decidieron ingresar a las instalaciones del Mercado del Norte para evitar su clausura definitiva. Dijeron que existen inversiones personales en cada puesto y que ahora el Estado venga a declarar que es el dueño de este espacio es injusto.
Es por ello que, para los puesteros, la trama del cierre fue vista como un desalojo programado para limpiar la imagen del microcentro y construir nuevos proyectos de inversión privada. Cabe mencionar que el valor que tiene esta ubicación en el mercado inmobiliario es fuerte, por lo que la mayoría de los comerciantes piensan el cierre del edificio responde a entramados económicos y no el temor de que la estructura colapse.
Además, acusaron al intendente de especulador ya que, según explicaron, Alfaro siguió con la misma política de su antecesor, Domingo Amaya, es decir, dejar de cobrar el canon, para decir que los comerciantes no quieren pagar. “Nos quieren sacar, Alfaro quiere ser gobernador y nos deja sin trabajo. No somos grandes empresarios, sino pequeños comerciantes”, lamentaron.
“Queremos que se reabra el mercado. Ni siquiera con los militares pasó lo que están haciendo con nosotros”, reflexionaron quienes sienten que Germán Alfaro quiere sacarlos del camino para entregar la ubicación del Mercado del Norte a empresarios amigos. Mientras tanto, la jueza que ordenó el desalojo de los puesteros, Cynthia Lorena Rocha, ante el estado del inmueble se preguntó: “¿La municipalidad no hace controles de manera periódicos?”. Todo dicho.