Luego de años de anhelos y quietud, finalmente la nueva cárcel de Benjamín Paz dejará de ser un anuncio y pasará a ser una realidad. Con los fondos garantizados de Nación, la Provincia rubricó ayer el contrato con la firma adjudicataria para edificar en la localidad tranqueña un complejo penitenciario para casi 1.000 reclusos. Para poner en marcha las tareas sólo resta la firma del acta de inicio de obra, algo que está previsto que ocurra la semana entrante. La obra está valuada en unos $ 5.250 millones y cuenta con un plazo de 18 meses.
Con el gobernador interino Osvaldo Jaldo en Capital Federal, el titular de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), Alfredo Quinteros, fue quien rubricó ayer el contrato con la Unión Transitoria de Empresas (UTE) denominada HAGA, la cual está integrada por las firmas Helpa, Armengol y Gama.
“Estamos encaminados a solucionar la crisis carcelaria”, expresó a LG PLAY el Coordinador del Ministerio de Obras Públicas, Marcelo Caponio. Destacó además las gestiones realizadas en Buenos Aires por Jaldo y con el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur.
El titular de la Constructora Gama, Jorge Garber, expresó a este diario que les adjudicaron por licitación pública “la obra más importante que se hizo en Tucumán en los últimos 10 años”, debido al tamaño y la complejidad de los trabajos a realizar. No obstante, remarcó que las tres firmas que conforman la UTE tienen experiencia en este tipo de obras. Estimó que unas 400 personas de la zona trabajarán de manera directa en la construcción y cientos más de modo indirecto. “Se va a generar un polo que dinamizará a toda la zona”, expuso.
El nuevo complejo penitenciario se construirá en un predio de 130 hectáreas, propiedad de la Provincia, a 54 kilómetros de la Capital. El terreno está ubicado sobre la Ruta 9, entre el acceso al pueblo y el río Choromoro.
Arquitectura abierta
La superficie cubierta del proyecto será aproximadamente de 18.554 metros cuadrados, con una capacidad de 992 hombres. Están distribuidos en ocho pabellones para 124 detenidos cada uno, con 30 celdas colectivas y dos celdas adaptadas individuales. También contará con espacios de trabajo, áreas recreativas, de culto, escuelas, biblioteca, sector médico, talleres donde podrán aprender un oficio, áreas deportivas, un sector para las visitas de los internos y huerta. Además de seguir las normativas de la Ley 24.660, se contemplan lineamientos de normas internacionales como las reglas Mandela o las de Bangkok.
“La idea partido de este proyecto será la de implementar una arquitectura penitenciaria de nueva generación que impacte sobre la resocialización del detenido y que esté orientada por el trabajo y la educación del mismo. Atento a la ubicación y dimensión del predio podremos desarrollar una arquitectura más abierta integrada por espacios verdes, lo cual es muy importante en el aspecto sensorial y psicológico, dado que eso incide directamente en el tratamiento de resocialización de la población penitenciaria. Este proyecto, además, es superador de las viejas estructuras carcelarias dado su ubicación, así fue que en el caso de la construcción del penal de villa Urquiza en el ejido urbano de esta capital, a los pocos años quedó incorporada en la trama urbana, con todo lo inconvenientes que ello representa”, se destacó en la memoria descriptiva del proyecto.
En diciembre, la Nación giró a la Provincia un anticipo por más de $ 800 millones para el inicio de las obras. Debido a la elevada inflación, los costos originales del proyecto ($ 4.200) millones quedaron desactualizados. Según comentaron fuentes cercanas a la Casa de Gobierno, la rúbrica del contrato no se realizó antes dado que recientemente Jaldo aseguró la adenda que garantiza que la Casa Rosada también aportará los fondos por actualización de costos por inflación.
Ante una agravada crisis carcelaria, la Provincia también realiza gestiones ante la Nación para avanzar cuanto antes con los proyectos para edificar alcaidías en Delfín Gallo, Río Seco, Las Talitas y Banda del Río Salí.
Rechazo a la cárcel: hubo manifestaciones en Benjamín Paz en contra de la edificación del complejo
En Benjamín Paz no todos tomaron con mucho agrado la construcción de una nueva cárcel. Desde que volvió a tomar impulso del proyecto hubo manifestaciones de rechazo de parte de pobladores y de algunos sectores. Una de las últimas protestas fue encabezada en abril por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Solicitan que en el predio de 130 hectáreas se realice una colonia agroecológica. “Se debe garantizar la alimentación sana y a precios justos para nuestro pueblo”, expresaron en las redes sociales.