Desde este medio no sólo se analizó la situación provincial en lo que al coronavirus se refiere. También se hizo hincapié sobre la otra pandemia, la de la inseguridad, cuando no era un tema importante en la agenda de los grandes medios de difusión locales. Ahora es el turno de hablar de la otra gran amenaza que se cierne sobre el horizonte tucumano, y es la de los posibles cierres de todo tipo de locales, sean comerciales o gastronómicos.
Hasta el propio titular de la Legislatura y vicepresidente de la provincia, Osvaldo Jaldo, habló de la posibilidad de volver a la fase 1 de ser necesario. Pero este regreso a la versión más estricta de la cuarentena, como la que se conoció allá por mediados de marzo, se instaló nuevamente en la realidad de todos los días. Bien lo saben los propietarios de bares y restaurantes que vuelven a ver amenazadas sus fuentes de ingresos.
Que a su vez, es el sustento laboral de cientos de empleados. Y es que la restricción impuesta sobre bares y restaurantes, en lo que hace al horario de cierre de sus locales, fue un duro golpe a asimilar por parte de sus propietarios. Y es que los 14 días dispuestos por las autoridades locales, se convierten nada más ni nada menos que en la mitad de un mes. Un período del cual se tienen que hacer cargo los dueños de bares y restaurantes, en lo que hace a gastos y compromisos.
Esta nueva realidad la atraviesan en la capital de Tucumán como en Tafí Viejo y así se van sumando distintas localidades, como si se tratara de un dominó, pareciera una película de ciencia ficción lo que se está viviendo, incluso puede verse desfilar agentes y efectivos policiales antes de las 22 horas por determinados locales gastronómicos. Y es que el fin es el de controlar de forma estricta que se cierren estos locales a la hora preestablecida.
Y es que, tal como lo manifestó ayer el titular de la Unión de Hoteles Bares Restaurantes y Afines UH, Ernesto Gettar, la medida implementada por los funcionarios gubernamentales quitó del ingreso diario de los bares y restaurantes a la mismísima cena. Esto se debe a que el horario de cierre coincide con el momento en la cual los tucumanos están acostumbrados a comer de noche, lo que genera un dolor de cabeza extra a los dueños de estos locales.
Pero son los comercios los que siguen en la lista negra de las autoridades sanitarias. Y es que son los apuntados a la hora de restringir todavía más las actividades que se continúan desarrollando en nuestra provincia. Esto puso en alerta al sector que, lejos de volver al horario habitual del comercio, ahora es muy probable que en cuestión de días las puertas de sus locales directamente se cierren, cuanto menos hasta mitad de este mes.
En ese sentido, las consecuencias serían terribles, tal y como lo señaló en la entrevista de ayer Esteban Lamontonaro, el titular de la Cámara de Comercio de Yerba Buena. Dijo que en ese distrito, la vuelta a una cuarentena estricta provocaría, directamente, el cierre de la mitad de los locales comerciales instalados allí. Seguramente, algo parecido ocurriría en la capital provincial y en sus alrededores, ya que la actividad comercial es clave en toda la provincia.